En estos días en los que los panameños hacemos un alto para rendirle honor a la Patria, la oportunidad es propicia para deponer intereses particulares y políticos y hacernos el firme propósito de ser mejores ciudadanos y, particularmente, mejores hombres y padres de familia.
El país no puede alcanzar el crecimiento social, económico y educativo mientras existan mentes mezquinas, corazones llenos de rencor y resentimiento y gente deseosa de tomar venganza del prójimo, del adversario, de los que disienten, o de los que piensan distinto a los gobernantes de turno.
Ahora es el tiempo de hacer Patria, de recapitular, de corregir lo que se ha hecho mal, de cumplir promesas políticas, de respetar la libertad de expresión, de castigar el delito, el nepotismo, el peculado, la corrupción política, venga de donde venga.
Necesitamos que Panamá crezca, evolucione, que el deporte mejore, que la economía se robustezca, que las obras de infraestructura se concluyan, que se haga un estudio a profundidad sobre los símbolos patrios, que venga el metrobús, que la seguridad mejore y que el costo de la Canasta Básica de Alimentos baje, igual que el de los servicios básicos.
Ya basta de la charlatanería y la mentira de los diputados sin criterio, de esos que sólo trabajan cuatro horas a media máquina y se la pasan en el Pleno hablando del último modelo de automóviles, de los celulares inteligentes y de la moda en Europa.
Ya basta de los nombramientos políticos en el Estado, de esas cúpulas de partidos de oposición “canosas y papa pitufas” que no le dan oportunidad a las nuevas generaciones.
Respiremos el aire fresco de noviembre y recordemos a grandes hombres, como Santos Jorge, Jerónimo de la Ossa y Manuel Amador Guerrero, y a otros inmortales líderes que con su esfuerzo y sacrificio sentaron las bases para la constitución de un país libre y democrático.
¡Que Viva, Crítica en Línea Panamá y toda su hermosa gente!
