logo critica

seccionesEl Panama Americaotras publicacionesprimera planaportadanacionalesopinionprovinciasdeporteslatinoamericacomunidadrelatosreportajescronica rojasocialesespacioediciones anterioresbuscador de noticias

 

home

variedades

Sábado 4 de noviembre de 2000



La pasión enfermiza de hoy

linea
Hermano Pablo
EE.UU.

A Sor María Lefevre, religiosa de un convento de Lieja, Bélgica, la mató de un balazo Francoise Martinique, otra religiosa del mismo convento. ¿La causa de este insólito hecho? Ambas mujeres mantenían una relación íntima fuera de toda norma.

Cuando María Lefevre quiso terminar con esas relaciones, quizá remordida su conciencia, la otra no soportó el cese de su equívoca amistad, y en rapto de despecho se armó de una pistola y disparó contra su amiga.

La homosexualidad y las pasiones amorosas antinaturales son otras de las enfermedades morales del hombre moderno. Lo que antes era aberración, ahora es norma. Lo que antes se tenía por pecado, ahora se ha convertido en virtud. Lo que antes se hacía en oculto y con indecibles torturas de conciencia, hoy se ha puesto de moda y ha llegado a ser hasta un símbolo de libertad y madurez.

Esto no es más que la culminación de un proceso que comenzó hace muchos siglos. La homosexualidad, la drogadicción, el espíritu rebelde, la inmoralidad y el pisoteo de las normas divinas no son más que los frutos, crecidos en racimos, de lo que fue la primera desobediencia de Adán.

Una simple mirada a los hechos diarios de la sociedad que nos rodea nos hace comprender esto. ¿Cuántos asesinatos, robos, asaltos, secuestros,, raptos y violaciones, cuánta prostitución, homosexualidad, embriaguez y drogadicción se producen cada día en el mundo? ¡Miles, millones de casos!

Casi todos los delitos morales del hombre se deben a la perversión de virtudes o instintos legítimos. La pasión sexual es el amor que se echa a perder. La embriaguez es el instinto de beber que se convierte en vicio. El robo es el ansia natural de poseer algo, que se ejecuta por encima de la ley y el derecho de los demás. La gula, que es también un pecado, es el instinto natural del hambre transformado en placer morboso del paladar.

La solución para el hombre no está en suprimir instintos sanos y naturales, incluso el del amor, sino en darle su debida proporción y equilibrio. Y esto sólo se consigue cuando Cristo viene a morar en nosotros, a dirigir y gobernar nuestra vida. Invitémosle a Cristo a ser nuestro Salvador, Señor, Maestro y dueño.

 

 

 

linea

volver arriba


CINE

Cartas inéditas de Marlene Dietrich

SALUD

Embarazada a los ‘40, la nueva moda

 

 


 


linea

 NUESTROS ANUNCIANTES

Infopanama

 

PRIMERA PLANA | PORTADA | NACIONALES | OPINION | PROVINCIAS | DEPORTES | LATINOAMERICA | COMUNIDAD | REPORTAJES | RELATOS | CRONICA ROJA | SOCIALES | EDICIONES ANTERIORES | BUSCADOR DE NOTICIAS | OTRAS SECCIONES

linea
linea gris

bandera de Panama 

 

Copyright 1995-2000, Derechos Reservados, Editora Panamá América, S.A., EPASA