Al ser trasladados a La Joya, cárcel de mujeres o La Joyita, los reos deben esperar largos meses, porque sus procesos penales son lentos y complejos.
Su vida en el penal comienza muy temprano. Allí tienen que cumplir con la pena impuesta y tienen que aprender a convivir. A ciertas horas del día salen al patio.
Se programan los llamados días de visita bajo la atenta mirada de los guardias, quienes no pueden parpadear para evitar reyertas o intentos de fuga.