Tres extranjeros que ayudaban a organizar las elecciones en Afganistán fueron secuestrados por un grupo de hombres armados en Kabul, generando una gran persecución de los efectivos de seguridad afganos y de las fuerzas de paz.
Los funcionarios de gobierno y de las elecciones dijeron que los tres -serían dos mujeres y un hombre- fueron capturados durante el intenso tráfico de la hora del almuerzo, y sacados de vehículo de la ONU cuando regresaban de su lugar de trabajo.