Con buen olor. ¿Deseas que la ropa de tu armario desprenda un agradable aroma? Pon en los cajones mandarinas en las que hayas pinchado unos clavos de olor. Cámbialas a menudo porque se pudren.
Si al pintar te encuentras con un agujerito y no sabes con qué taparlo, haz una bolita con papel higiénico, métela en pintura o pegamento y tapa con ella el agujero. Espera un rato y ya puedes seguir.
Cable seguro. Para que no se te pierda el enchufe detrás de los muebles, coloca unos clavos de escarpia (tienen forma de L) en la pared.
Barandillas. No pintes los barrotes de tu balcón con la tradicional brocha; hazlo mojando una simple esponja en tu bote de pintura. Eso sí, tendrás que utilizar guantes y cubrir bien el suelo, porque al pintar así siempre se mancha algo más.
Aserrín para pegar. Cuando tengas que pegar algo de madera, echa un poco de aserrín a la cola de carpintero que utilices habitualmente.