El dolor que más duele es el que se lleva por dentro y decirlo se hace imposible.
Esa es la experiencia de los familiares del niño Luis Ovalle Bolaños, mejor conocido como "Kevin", a quien ayer, miércoles, le dieron el último adiós en la iglesia del Altar de Oro de San José, en el Casco Antiguo.
"Kevin", de 8 años, fue herido cuando quedó atrapado en medio de una balacera entre pandilleros la noche del jueves pasado, cerca a su casa en Calle 4ta de San Felipe, y murió a los pocos minutos después en el Hospital del Niño.
La foto de un "Kevin" sonriendo puesta sobre el féretro hacía un duro contraste con el que dormía profundamente. Sus ojos cerrados, labios entreabiertos y su piel negra reflejaba la inocencia de un pequeño que emprendió el vuelo hacia otra dimensión.
Mientras sus padres, Marianela Bolaños y Elías Ovalle, derramaban en silencio sus lágrimas cerca del ataúd, varios niños se encontraban sentados en otra esquina del colonial templo.
"¡Es injusto! Él no tenía nada que ver en eso". Fue la frase con la que Naizarreth Paz, de 13 años, calificó el asesinato de su vecinito.
"Éramos un grupito de 8 niños que siempre jugábamos en el parque Catedral", reveló Carlos Alberto Ramírez, de 9 años.
Se conoció que "Kevin" había participado en varias propagandas de campañas cívicas para la concienciación de la prevención de la violencia en las calles.
Como cosas del destino, murió producto de ese mismo flagelo, el cual combatió exponiendo su talento en cuñas televisivas.
Una vez terminado el oficio religioso, Margarita Santos, madre de crianza de "Kevin", tomó la foto del pequeño entre sus brazos como queriendo protegerlo, pero ya era demasiado tarde, pues se sumó a la lista de los menores víctimas de pandilleros que cantan y oran en el cielo por la paz en el mundo.
Los restos mortales de "Kevin" fueron sepultados en su última morada terrenal: el cementerio de Amador.
ESTADISTICAS: 09 MENORES ASESINADOS
Entre los años 2006 y 2007, las balaceras entre pandillas han cobrado la vida de 9 menores inocentes, según estadísticas de los organismos policiales.
Los familiares piden justicia.