Una serie de deslizamientos de tierra, provocado por las intensas lluvias que caen desde el martes, bloqueó la principal vía que comunica la zona norte con la sur de Río de Janeiro y generó un caos en la ciudad más emblemática de Brasil.
El tránsito embotellado o totalmente paralizado en varias de las más importantes vías de la ciudad, el aeropuerto para los vuelos regionales cerrado, la falta de luz en varios barrios, semáforos fuera de funcionamiento y numerosas inundaciones atrasaron o impidieron la llegada de los cariocas a sus puestos de trabajo y trastornaron la vida cotidiana.
El hecho más grave fue un deslizamiento de varias toneladas de tierra que taponó una de las bocas del túnel Rebouzas, el más importante de la ciudad por pasar por debajo del cerro del Corcovado y comunicar las zona norte.