Si la vida acelerada te crea ansiedad y hambre, no dejes de comer para bajar de peso, mejor sigue estos consejos y será suficiente.
¿La obsesión por tener un cuerpo escultural te ha llevado a dejar de comer? El problema está en qué comes, cuándo y cuánto comes. La vida acelerada a la que estás obligada, te crea una ansiedad que te causa trastornos alimenticios y muchas veces relacionas tus insatisfacciones e inseguridades con la comida.
Ciertos cambios en tu conducta diaria serán suficientes para controlar tus ganas de comer:
- Lávate los dientes. Lavarte los dientes 10 minutos antes de cada comida es otra manera de engañar a tu cuerpo, porque así tu mente piensa que ya no vas a comer más, entonces al sentarte a la mesa lo harás con menos hambre.
- Reduce tu estómago. Cuanto más comes, más hambre te da, por lo tanto el primer objetivo será reducir tu estómago. Para esto es necesario que dejes de comer cuando todavía tengas la sensación de poder seguir comiendo.
- Mastica chicle. Muchas veces las ganas de comer algo no es hambre sino ansiedad. Mastica un inofensivo chicle sin azúcar para ayudar a que se te pase la intranquilidad.
- No te aburras. La ociosidad es tu mayor enemigo, así que siempre ocúpate en algo, aunque sea habla por teléfono o sal a dar una vuelta, pero no vayas a la despensa cuando no tengas nada que hacer.