CREO SER UN BUEN
CIUDADANO
Sin embargo, no inculco en la niñas el respeto
Desde pequeñitas las niñas panameñas son aplaudidas por comportarse como gente grande, por hablar de novios y bailar de manera repelente. Crecen creyendo que lo que hacen es una gracia, y crecen creyendo que, por ejemplo, bailar de manera vulgar está bien. Los adultos no permitimos a los niños que sean niños; con nuestro aval hacemos que se salten etapas, y los lanzamos a actividades que no están de acuerdo a su edad. Hay que enseñarles a nuestras niñas el respeto a sí mismas, vestirlas como niñas, inculcarles el respeto a su cuerpo y su dignidad como personas. Solo así estaremos sembrando conciencia y garantizando un futuro sin sorpresas desagradables.
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