Editores alarmados por piratería

Redacción
Crítica en Línea
Los índices de lectura entre los niños españoles están cayendo en picado. Al menos eso es lo que discutieron los empresarios del Grupo Interamericano de Editores (G.I.E.) en Barcelona, donde se realizó hace unas semanas la Feria del Libro de España (Liber). Los hermosos escenarios catalanes atrajeron a más de 800 editoriales de más de 20 países, quienes dedicaron la feria a México, por ser una potencia editorial en Iberoamérica. El evento también se centró la atención en la reprografía y la piratería, es decir, la fotocopias ilegales. Por Panamá participó Priscilla Delgado, presidenta de la Cámara Panameña del Libro, quien actualmente ostenta el cargo de vicepresidenta del G.I.E., quien señaló que "una de las sorpresas que recibimos en la inauguración fue que bajaron los indices de lectura entre niños y adolecentes (del 55% al 8%) cifras realmente alarmamentes y dignas de una evaluación". Delgado explicó que "se sigue culpando a los medios audiovisiuales y a las carreteras de la información, tales como la internet y demás". Esta situación lleva al Gobierno de España a seguir invirtiendo en los próximos años en programas de lectura, que apunten a aumentar estos indicadores tan bajos de lectura que se tiene entre la poblacion infantil y juvenil. Por otro lado el punto de mayor importancia debatido en el GIE, fué la necesidad de crear asociaciones de proteccion a los derechos intelectuales, tales como se tienen en la música y software, y que sean complemetos de ayudas a las leyes de derecho de autor que existen en cada país, señaló Delgado. Por fotocopia y reprografía se pierden grandes cantidades de dinero, añadió, lo que hace obliga a crear estas asociaciones de gestión entre los autores y los editores a fin de que se logre la fotocopia legal. Se espera que las oficinas de derecho de autor tengan mecanismos más definidos que permitan a las autoridades verdadera gestión sancionadora cuando haya incumplimiento de la Ley, agregó. Delgado enfatizó que en Panamá no se ha hecho nada en cuanto ha hacer cumplir la ley de derecho de autor en su aspecto editorial, y las acciones que se han desarrollado no han sido en torno a la fotocopia de libros, y vemos que en este aspecto hay fotocopistas en todas las universidades y muy poca conciencia del valor intelectual de un libro, el cual es fotocopiado por el profesor en primer lugar y luego por los estudiantes. La Cámara Panameña del Libro tendrá que llevar adelante y antes de entrar acciones represivas, una campaña a la "fotocopia ilegal", a fín de crear conciencia ciudadana del año que se hace al libro cada vez que este se fotocopia.
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