El milagroso Cristo Negro

Redacción
Crítica en Línea
San Felipe de Portobelo se convierte hoy en la capital de la fe. Miles de peregrinos y devotos se congregan en la colonial población Atlántica para venerar al milagroso Cristo Negro, El Nazareno. La fe hacia el Nazareno se remonta al año de 1658. Un 21 de octubre de hace 341 años llegó a la playa de San Pedro de La Escucha, la pesada imagen del Cristo. Hay dos versiones sobre su llegada a Portobelo. Se cuenta que un indio conocido como Kichimbanchi descubrió el Nazareno flotando en el mar. La otra indica que el Cristo Negro era trasladado en barco hacia Colombia o Perú, pero el mal tiempo obligó a los responsables a desembarcar en Portobelo. Cada vez que se intentaba zarpar con la imagen a bordo, se desataba una tempestad, por lo que decidieron dejarlo en dicho pueblo. Para esos días, el primer milagro de El Nazareno se lo concedió a la población de Portobelo, que le imploró de rodillas para superar una peste de viruela que los afectaba. Hoy desde las 8:00 p.m. se efectúa la procesión que tarda cuatro horas en recorrer una distancia de kilómetro y medio. Miles de peregrinos vestidos con hábitos morado avanza con tres pasos adelante y dos atrás; mientras los fieles que cargan la imagen lo mueven de izquierda a derecha, para simular las olas que hicieron que el Cristo llegara a Portobelo hace más de tres siglos. Entre las luces de miles de velas de y el humo del incienso, El Nazareno recorre el pueblo que lo acogió y que lleno de fervor paga su manda en busca de un milagro. Este año, los actos en honor a El Nazareno registraron una atracción especial. Anoche se develó un busto en memoria del sonero boricua Ismael Rivera, (El Brujo de Borinquen), ferviente devoto del Cristo Negro, fallecido el 13 de mayo de 1987 a la edad de 56 años. Al ritmo de la bomba y plena y la difusión por parlantes del tema "El Nazareno" interpretado con sentimiento por el "Sonero Mayor", su hijo Ismael Rivera Fuentes, de 44 años, develó el busto de su padre. Hoy miles de panameños llegarán a Portobelo, todos, de una manera u otra, en buses, de rodillas o caminando 60 kilómetros como Marcos Rodríguez, rendirán tributo al Cristo que es la luz del camino por donde van.
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Hoy miles de panameños llegarán a Portobelo, todos, de una manera u otra, en buses, de rodillas o caminando 60 kilómetros como Marcos Rodríguez, rendirán tributo al Cristo que es la luz del camino por donde van.
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