EDITORIAL
Cuando no hay autoridad moral
Toda la comunidad nacional se pregunta con qué autoridad moral quieren aumentar el suministro del servicio eléctrico si la luz sigue cara y los apagones se han multiplicado. La peor herencia del gobierno de Pérez Balladares al gobierno de Mireya Moscoso han sido las empresas privatizadas, o sea, las concesiones administrativas que no le han dado ninguna respuesta al pueblo panameño y, por el contrario, se hace inminente el aumento de la tarifa. No están lejanos los días de 1978, cuando el entonces presidente Demetrio Basilio Lakas dijo en su discurso, que la represa del Bayano tendrá la energía soberana que alumbrará las noches panameñas del siglo XXI. Como ven, esto fue una quimera, porque el gobierno del PRD acabó con la ilusión torrijista y el nombre de Ascanio Villalaz se perdió en el tiempo y la distancia. Con las privatizaciones, el gobierno de Pérez Balladares deshizo las conquistas populistas de una época y es por eso que no tiene autoridad moral para invocar a un dirigente castrense que se distinguió por su autocracia. Si la luz la aumentan habrá movimientos de protestas en las calles. Pareciera que fuéramos peones de las instituciones internacionales de crédito porque a todo respondemos sí antes las imposiciones de las IFIs y el Banco Mundial. Hasta el momento, la tan cacareada globalización no ha dado resultados en ningún país, porque es un esquema impuesto y estos sistemas son alérgicos a los pueblos que sienten la ley del embudo. El capitalismo de Estado con la política neoliberal van a sofocar los ánimos de este pueblo si insisten en aumentar la tarifa de la luz, porque este pueblo está fastidiado de los vejámenes de una oligarquía que navega en el mar de la corrupción.
PUNTO CRITICO |
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