La administración del Cementerio Municipal de La Chorrera decidió exhumar los restos de 160 personas fallecidas en el Hospital A. Nicolás Solano y cuyos cuerpos no fueron reclamados por nadie, en un nuevo intento por alargar la utilidad de ese campo santo.
Los cuerpos habían sido sepultados en base a un convenio con el Ministerio de Salud en la década de 1980.
Los restos serán enviados a una fosa común, dijo el asesor financiero del municipio, José Aparicio, advirtiendo que igual procedimiento se utilizara en el caso de los deudos que no se pongan al día en el pago de la morosidad por el uso de bóvedas y fosas.
Se ha realizado una evaluación de los terrenos del cementerio y se ha localizado espacio para 10 años más de uso.