Son muchos los testimonios de las personas que caminan con mucha fe para pedir o agradecer al Cristo Negro de Portobelo.
Este es el caso de José Luis López, quien tiene 42 años y desde que tenía 15 empezó a caminar sólo por pasatiempo, ya que veía que sus vecinos lo hacían.
Sin embargo, cuando se le presentó la necesidad de pedir por la salud de su hermano y su hija cambiaron las cosas.
Ahora José Luis, aunque acompaña a sus vecinos, todos van por un sentimiento de fe y agradecimiento por esos favores recibidos.