Realmente no tenía necesidad de comprar el objeto... pero lo hice con una sonrisa.
Sería un "llaverito" más que regalaría o dejaría por cualquier rincón.
Recordé que años atrás asistí a una exposición de jóvenes emprendedores en ATLAPA, en la que vi curiosos esfuerzos comerciales.
Seguiré comprando "chécheres" a estos jóvenes porque merecen el respaldo de la comunidad.
Averigüé que se trata de proyectos que realizan algunos colegios para desarrollar en los jóvenes el espíritu de comerciantes y productores a la vez.
También aprenderán a trabajar en equipo y, sobre todo, a conocer el valor del dinero ganado "con el sudor de la frente".
Viéndolo desde otro ángulo, son estos jóvenes ejemplos dignos de imitar. Pertenecen a esa juventud que anda "en buenos pasos", y que a veces no ocupan las páginas de periódicos y noticieros.
Sí, da dolor enterarnos de personas de corta edad que han sido ejecutados por meterse en cuestiones de drogas.
Esa amarga realidad da la imagen de que "nuestra juventud está perdida", como dirían algunos viejos en el parque Catedral.
Pero ello no es totalmente cierto. Los jóvenes panameños en su mayoría estudian y luchan por ir hacia delante. Actividades como esa de "emprendedores" es algo que debe respaldarse y extenderse a todo el país.
Y sigo con ejemplos, porque merecen nuestro reconocimiento. Una alumna de Periodismo recordó hace poco con emoción un viaje que hizo a México, el que logró por su actividad "emprendedora".
Hay que indicar que no solamente como materia escolar esta actividad.
En la Terminal de buses de Santiago, en Veraguas, dos jovencitos venden artesanías que ellos mismos producen. Tienen el respaldo de sus padres y, a pesar de su corta edad, muestran madurez y responsabilidad. ¡Son un ejemplo!
Hace poco admiramos el talento de jovencitos que se destacaron en un concurso de Oratoria. Como ellos hay mucho talento en nuestra juventud que a veces no se conoce.
Por ejemplo: todavía recuerdo la vez que asistí a un concierto de jovencitos en el Parque Omar.
La calidad de la interpretación de música clásica me dejó perplejo.
Otros se destacan en los deportes, y por allí a veces vemos a algunos haciendo obras sociales.
Esta realidad nos producen un sabor agradable en nuestra conciencia. Entre tantos casos de víctimas por andar en "malos pasos", ellos son un rayo de luz y esperanza.