Luego de aciagos años de terror estimulados por la guerra fratricida, al fin irrumpe a la estancia la luz. El veto del Tratado Herrán-Hay, propuesto por Estados Unidos a Colombia el 12 de agosto de 1903, fue la última gota que volcó el agua del vaso y de este modo se autorizaba al país del norte a empezar la construcción del Canal.
La inspiración del pueblo era la de convertir al Istmo en una república independiente y así fue e inmediatamente es conformada la Junta Revolucionaria Separatista reuniendo a panameños de prominentes linajes, acogiendo la causa formidable José Agustín Arango, Manuel Amador Guerrero, Federico Boyd, Nicanor A. de Obarrio, Carlos Arosemena, Ricardo Arias, Manuel Espinosa Batista y don Tomás Arias. El 3 de Noviembre los hechos se adelantaron por la llegada al Istmo del Batallón de Tiradores provenientes de Colombia comandados por los Generales Tovar y Amaya.
El general Esteban Huertas, jefe del Batallón Colombia en Panamá, simpatiza con el movimiento deteniendo a los generales antes mencionados a su llegada a la ciudad de Colón. En la capital, el general Domingo Díaz y Pedro Díaz condujeron el pueblo hacia los cuarteles en busca de armas. El Consejo Municipal se reúne el 3 de Noviembre proclamando la separación. El 4 de Noviembre se efectuó un Cabildo Abierto en la Plaza Catedral acordándose la separación del Istmo de Colombia. Allí se aprobó y se firmó el Acta de Separación redactada por el doctor Carlos A. Mendoza, y se designa la Junta Provisional de Gobierno con el fundamento de organizar el país, instituida por los señores, José Agustín Arango, Federico Boyd y Tomás Arias, proclamando el Istmo como un Estado unitario, republicano y representativo. Más tarde el 15 de enero de 1904 se reúne una Asamblea Constituyente con la misión de redactar y aprobar la Constitución Nacional de la República. Los tambores y clarines daban la bienvenida a la sagrada ocasión como premio del porvenir magistral, en el que las aves en altisonante algarabía se plegaban al acontecimiento que nos llenarían de felicidad eterna.