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TEMAS DE ACTUALIDAD
La tragedia de Nazareth Consecuencias y connotaciones
Roberto Ballesteros A.
El 15 de octubre del pasado año una conmovedora historia fue registrada en la apartada comunidad de Turega en la provincia de Coclé, donde el niño Angel Saúl Martínez, de tan sólo diez años de edad, perdió la vida como resultado de las fuertes lluvias y los deslizamientos de tierra que terminaron sepultándolo para siempre. Curiosamente este domingo 15 de octubre en un comunicado al país, la Presidenta de la República Mireya Moscoso dio un informe sobre otro lamentable hecho, la masacre perpetrada en la comunidad indígena de Nazareth en Darién, en la que una menor de once años de edad fue privada del derecho a la vida, producto de la actitud despiadada y cobarde de irregulares colombianos, quienes revestidos de supuestas ideologías, pero cargados con bombas, bazucas y armas de grueso calibre, arremetieron contra indefensos panameños. Traigo a colación el caso del menor Angel Saúl, que aunque no menos triste fue originado por la madre naturaleza, sin embargo en esta ocasión la vida de una inocente niña fue cercenada por un grupo de subversivos extranjeros que acometieron un asesinato a una comunidad, como bien lo expresara el Director Nacional de la Policía Carlos Barés, a quien tuve la oportunidad de entrevistar, horas antes de lo acontecido en Darién; a continuación parte del texto original: "El problema de Colombia es netamente de Colombia, nosotros el día de ayer estuvimos en la provincia de Darién; visitamos varias comunidades, Metetí, La Palma, Yape y otras áreas, afortunadamente todo se mantiene tranquilo, creo que poco a poco vamos trabajando mejor en la frontera y ojalá la situación se mantenga de esta manera". ¡QUIEN ES EL RESPONSABLE DE LO SUCEDIDO! Sin duda muchas mentes sensatas se han hecho esa pregunta y otras no muy sensatas; más bien mezquinas y oportunistas, que aprovecharían esta sensitiva situación para hacer política. Lo cierto es que todos los panameños tenemos el derecho y la obligación de discutir el tema. Ahora, sería lo más justo achacarle tal responsabilidad al Gobierno de turno o específicamente al director Nacional de la policía Carlos Barés, quien precisamente fue el que horas antes de lo sucedido, sin poner objeción me brindó declaraciones referentes a Darién, o más aún culpar a los Gobiernos anteriores por no haber tomado los correctivos necesarios, toda vez que se entiende que los problemas en la Frontera con Colombia al parecer datan de hace más de 50 años. No obstante se desprenden otras aristas: 1. El supuesto hecho de querer involucrar a Panamá en los conflictos de Colombia. 2. El que la presidenta Mireya Moscoso rompa con la neutralidad por ella manifestada, ante el plan Colombia, 3. El mensaje enviado a su gobierno, aprovechando la cumbre de Ministros de Seguridad del hemisferio, celebrada actualmente en Brasil. Cabe destacar otro aspecto interesante: es que según los cables internacionales, ni los paramilitares colombianos, ni la FARC, se han hecho responsables. Tampoco debemos perder de vista el posible interés de fuerzas foráneas que de una forma u otra, busque crear un ambiente de zozobra e inestabilidad en un país pequeño que como el nuestro, cuenta con un Centro Financiero Internacional, con la octava maravilla del mundo "El Canal de Panamá" y sumado a ello, el potencial Ecoturístico que posee este istmo, entre otros aspectos. Alguien expresó una vez "Los pueblos se engrandecen en los momentos difíciles"; al final de todo esto somos los panameños quienes debemos tomar nuestras decisiones en defensa de los nuestros y en este momento de luto nacional por la tragedia de Nazareth, cuando debemos deponer intereses y sentarnos seriamente a aportar ideas y soluciones concretas en bien de la soberanía, demostrando al mundo que contamos con la suficiente capacidad para garantizar una confiable seguridad tanto a nacionales como extranjeros.
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