Gobierno mexicano refuerza su oposición
al vertedero nuclear de Sierra Blanca
Mexico
AP
Funcionarios del gobierno
mexicano adoptaron hoy una posición más fuerte en contra de
los planes de Estados Unidos de construir un vertedero nuclear cerca de
su frontera con México.
Los secretarios de estado que antes habían mantenido una posición
ambivalente al respecto ahora se oponen agresivamente al proyecto para la
construcción de un vertedero de material radioactivo en Sierra Blanca,
Texas, a 30 kilómetros de la frontera mexicana.
El secretario mexicano de Energía Luis Téllez, que anteriormente
había dicho que el vertedero no representaba un peligro para los
habitantes fronterizos, dijo que compartía la preocupación
de su gobierno sobre su ubicación.
"Hay un consenso respecto a la preocupación política
de la localización de este confinamiento'', dijo Téllez. "Es
la preocupación que se ha venido expresando a través del Congreso,
a través de los pobladores de la frontera.''
Téllez se reunió hoy con representantes del gobernante
Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del izquierdista Partido de
la Revolución Democrática (PRD).
"Estamos complacidos en que hayamos llegado a este consenso político,
donde se pide _ por parte de todos los partidos políticos, del gobierno
federal y de la sociedad civil _ que se reubique el confinamiento nuclear
de Sierra Blanca,'' dijo Cristina Alcayaga, de la comisión de derechos
humanos del PRI.
Laura Itzel Castillo, diputada federal del PRD, dijo que "de consumarse
este proyecto existiría específicamente una violación
al Convenio de La Paz.''
A través de dicho convenio, firmado en La Paz en 1983, "ambas
naciones se comprometen a prevenir, a reducir y a eliminar fuentes de contaminación
que se encuentren a 100 kilómetros de la frontera de ambos países'',
dijo.
Roberto López, vocero del grupo ecologista Greenpeace, dijo que
"es una señal muy positiva que el secretario Téllez rectifique
y se alinee a la posición encabezada por la Secretaría de
Relaciones Exteriores en contra del proyecto.''
Los activistas ambientales ahora esperan que el presidente Ernesto Zedillo
intervenga para evitar la construcción del vertedero.
"Ahora que el gobierno mexicano por fin tiene una sola posición
frente al basurero nuclear de Sierra Blanca, es el momento de que las autoridades
concentren todos sus esfuerzos para detener este proyecto y abre el espacio
político para que intervenga directamente el Presidente Zedillo'',
dijo López.
Un portavoz de Zedillo dijo que el presidente no podría comentar
al respecto hasta regresar de su viaje oficial por Europa.
La Comisión Texana de Conservación de Recursos Naturales,
nombrada por el gobernador George W. Bush, se reunirá el próximo
22 de octubre para decidir si aprueba el proyecto.
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