Los programas de riego que han fracasado en muchos países, se ha debido a que la extensión agrícola no fue acompañada precisamente de la extensión de riego y su administración, ni hubo extensión en mercadeo y comercialización y lo que es peor no se crearon comercializadoras parza la exportación ni se mejoró la comercialización interna. El término extensión agrícola dice mucho y a la vez necesita modernizarse acorde a una faena de introducir riego en regiones que la necesitan.
La producción obtenida en programas y distritos de riego debe venir acompañada de efectivas políticas y acciones de exportación, fortalecimiento del mercado y consumo local y de la agroindustrialización.
La logística para la producción debe enfocarse a sacar el máximo provecho al agua, producir en condiciones controladas en microtuneles e invernaderos, reducir las siembras a cielo abierto, para los cultivos que no lo permitan hacerlo con esa modalidad, ganado estabulado, etc.
Cada gota de agua significa una inversión y un costo para el país, el agricultor y la logística institucional deben sacar el máximo de provecho en lo que se produce y producir divisas.
Estudiemos los errores de otros países y no los repitamos porque su precio social es alto. La agricultura de la Amazonía tuvo sus fracasos, por favor no los copiemos.
Los países compradores exigen variables que nuestros abuelos y padres no aplicaban en su agricultura, hoy día nos piden inocuidad, rastreabilidad, control de dioxinas, acrylamidas y medidas contra el bio-terrorismo.
La pregunta es, ¿estamos preparados para todo esto? ¿Los agricultores y profesionales están capacitados? ¿La familia campesina ya está al tanto de estos temas? ¿Están identificados los mercados locales e internacionales para absorber el esfuerzo de un programa de riego?
Estamos a tiempo para tomar las medidas adecuadas, entremos en acción ya. |