30 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO
Torrijos y Martínez: verdugos
de la libertad de expresión
Unidad investigativa
Crítica en Línea
El 11 de octubre de 1968
el país se hallaba convulsionado por los cambios políticos
que se estaban dando con el nuevo gobierno del Dr. Arnulfo Arias.
Esa mañana, a las 10 antes meridiano, el Dr. Arias había
recibido la visita del Dr. Galo Plaza Lasso, ex Presidente del Ecuador y
ahora Secretario General de la Organización de Estados Americanos
(OEA).
En los cuarteles, sorpresivamente se había jubilado al Coronel
José Manuel Pinilla Fábrega que le correspondía ser
el Primer Comandante del instituto armado, y se anunciaba que el Coronel
Bolívar Urrutia Parrilla asumiría la jefatura de la Guardia
Nacional. El diario El Panamá América, entonces un vespertino,
dio la noticia que fue publicada a ocho columnas.
La despedida del General Bolívar Vallarino, ex Comandante Jefe
de la Guardia Nacional, se efectuaba con toda normalidad en el patio del
Cuartel de Panamá Viejo, hogar de la tropa conocida como "Los
Pumas". Nadie pareció prestarle atención a la ausencia
de un oficial que en la rotación de los mandos de la institución
castrense había sido trasladado a Chitré.
El crepúsculo caía sobre el ambiente citadino en momentos
en que la Asamblea Nacional celebraba el nombramiento del nuevo Contralor,
Lic. Juan José Espino, mientras que el Dr. Arias asistía a
la exhibición de la película "Los malvados de Fire Creek",
en el teatro Lux.
Cuando la tarde agonizaba, crecían rumores de inestabilidad política.
Se hizo evidente la movilización de tropas en diferentes partes de
la ciudad, lo que hizo crecer la inquietud de la desprevenida población
que no sospechaba de un golpe de Estado.
Era un poco más de las siete de la noche cuando Diógenes
Gutiérrez, un integrante del Partido Demócrata Cristiano,
captó una transmisión de una radio en Chiriquí y que
él retransmitió en la Capital por la emisora Radio Impacto.
El mensaje no tenía precedentes en nuestra historia. Era la proclama
golpista...
"Esta es la voz de la Junta Militar de Gobierno...". Comenzaba
a fraguarse el Golpe de Estado que derrumbaría la constitucionalidad.
Se iniciaba un largo viaje hacia la noche con el golpe militar.
Esa moche, Crítica preparaba una edición extra con el título
"Rebelión en los cuarteles"... que nunca llegó a
circular. A las 9:30 de la noche, la Guardia Nacional cerró violentamente
el periódico y le expropiaron sus instalaciones a sus legítimos
dueños, la familia Arias Guardia. Esa expropiación se extendería
a 21 años y en el curso de los años se cambiaría la
razón social de Editora Panamá América S.A. a Editora
Renovación S.A.
Muchos de los periodistas fueron despedidos y exiliados, sin compensación
alguna. Los directores Jorge Illueca, de El Panamá America; José
Agustín Cajar Escala, de Crítica, fueron reemplazados. Asimismo,
clausurados los diarios Expreso y La Hora, y las emisoras Radio Aeropuerto,
CPR, La Voz de Colón, Mil Cien y Radio Panamericana fueron cerradas.
La emisora Ecos de la Montaña, en Boquete, fue incendiada. Comenzaba
una era de terrorismo contra la libertad de expresión que ahora,
con el tiempo y la distancia, algunos quieren olvidar, pero este pueblo
no sufre de amnesia histórica.


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El 11 de octubre de 1968, por medio de una asonada, se derrumbó
la constitucionalidad en el país. La mayoría de los medios
de comunicación fueron clausurados y expropiados, entre ellos Crítica
y El Panamá América. |

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