Esto es algo que afecta mucho a los profesionales de la comunicación. Los periodistas, por la naturaleza de su trabajo, a veces optan por darse los tres golpes a la misma hora todos los días. Algo parecido le pasa a los médicos y a los que trabajan en turnos rotativos.
Ok, ellos tienen una excusa, pero eso no quita que estén expuestos a cuadros de acidez y gastritis. Además, comer a deshoras es un factor que contribuye a la obesidad con todas las calamidades que le siguen.
Además, estudios realizados por científicos de la Universidad de Ohio (Estados Unidos) han demostrado la importancia de no comer a horas irregulares para mantener el hígado sano y sin exceso de grasa, debido a que este ritmo permite que los niveles de insulina suban y bajen adecuadamente. Y cuando mencionamos insulina, ya sabemos de qué estamos hablando: posibilidad de diabetes.
Seguramente usted ha pasado (o pasa en la actualidad) por la experiencia del asalto al refrigerador, de los llamados atracones o de verse en medio de la soledad ingiriendo rápidamente una gran cantidad de comida.
Esto sucede porque no se alimentó bien durante el día. No desayunó bien, almorzó quizá demasiado temprano porque se saltó el desayuno, y la cena también la adelantó a las 4 de la tarde.
Está bien pasarse 15 minutos o media hora máximo, pero almorzar un día a las 12 mediodía y al día siguiente a las 3 de la tarde nos crea un verdadero desbalance metabólico.
Existen ciertas reglas fundamentales de la buena alimentación que deben seguirse.
Desayune: esta comida ayuda a mantenerse satisfecho durante el día. Coma carbohidratos integrales, como pan y tortilla, o, incluso, gallo pinto, pero tenga cuidado con la cantidad.
Tenga horarios de comida: brincarse los tiempos de comida o comer a deshoras ocasiona un desbalance peligroso.
Consuma frutas y vegetales: estos alimentos contienen fibra que ayuda a mantenerse lleno.
Haga dos meriendas: para no picar todo el día, establezca dos meriendas saludables por día. El establecer estas meriendas ayuda enormemente a aquellos con trabajos como los descritos anteriormente. Así no tienen que saltar garrocha por tantas horas.
Siéntese a comer: sea consciente del momento de alimentarse, coma lentamente y, cuando esté satisfecho, deje el plato. Evite comer frente al televisor, leyendo o trabajando porque esto propicia que coma en exceso.
