La concesión del Premio Nobel de la Paz al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha provocado reacciones de sorpresa y esperanza, aunque también ha sido objeto de críticas.
El Instituto Nobel de Noruega decidió galardonar a Obama por sus "esfuerzos extraordinarios por reforzar la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos" y porque su visión de un mundo sin armas nucleares "ha estimulado el desarme y las negociaciones para el control de armamento".