Advierten peligro de municiones obsoletas del ejército

Agencias
Internacionales
El Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos advirtió al Gobierno dominicano que casi el noventa por ciento de las municiones almacenadas en los polvorines del Ejército están obsoletas y representan un peligro para la seguridad ciudadana. Según informaron ayer, jueves, medios locales, la Unidad Móvil de Descarga de Explosivos y Material de Guerra estadounidense inspeccionó trece depósitos de materiales bélicos de las Fuerzas Armadas dominicanas y determinó que gran cantidad de municiones son "potencialmente peligrosas", como explica en un memorándum que entregó al Gobierno. El informe, basado en las distintas inspecciones realizadas entre el 18 y el 30 de mayo de 1997, fue remitido al presidente Leonel Fernández por el entonces secretario (ministro) de las Fuerzas Armadas, Rubén Paulino Alvarez, el 23 de julio de ese año, según "Listín Diario". Uno de los depósitos inspeccionados por los expertos estadounidenses fue el ubicado en la fortaleza Antonio Duvergé de San Cristóbal, a treinta kilómetros al oeste de la capital, que el martes estalló provocando la muerte de una persona y heridas a una veintena. El informe del Comando Sur de las Fuerzas Armadas resalta que muchos de los explosivos almacenados fueron fabricados hace más de sesenta años, están guardados en habitáculos inadecuados y sometidos a elevadas temperaturas, insectos y roedores que pueden provocar explosiones, como ocurrió en la fortaleza referida. En el informe se señalan accidentes anteriores por explosiones de las municiones almacenadas que tuvieron como resultado muertos y heridos, El jefe del Ejército Nacional, mayor general Manuel Polanco Salvador, dijo que desde 1988 las Fuerzas Armadas habían alertado del peligro que representaba el depósito de materiales bélicos de la fortaleza de San Cristóbal, pero que por "desidia" de las autoridades del anterior Gobierno no fue destruido. El jefe militar señaló que desactivar cada depósito bélico supone un gasto mínimo de dos millones de dólares. "No es una labor tan fácil como se pinta", dijo el Jefe del Ejército Nacional, quien descartó que las explosiones del martes hayan sido obra de una mano criminal y consideró que se debieron a un accidente fortuito. Mientras tanto, cientos de familias afectadas por el accidente regresaron a sus domicilios y han pedido ayuda a las autoridades, para reparar los cuantiosos daños que produjeron las deflagraciones. Aunque las autoridades militares aseguraron que el peligro ha pasado, numerosos habitantes de San Cristóbal viven con temor. Representantes de asociaciones ciudadanas y urbanistas han pedido que sean erradicados urgentemente los polvorines de los cascos urbanos. El presidente de la República, Hipólito Mejía, se comprometió a trasladar todos los depósitos de armas y municiones que se encuentran en zonas habitadas.
|