Al menos trece personas, entre ellas el alcalde de la ciudad de Iskandiriya, murieron ayer en una oleada de acciones violentas en la provincia de Babel y en Bagdad. El alcalde murió junto a cuatro de sus guardaespaldas después de que un artefacto colocado en el en la carretera explotó debajo de su coche cuando se dirigía a su oficina. Sólo uno de los gurdaespaldas sobrevivió pero quedó herido.