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Preocupa estabilidad de invasores en cantera
Redacción
EPASA
Alrededor de 64 familias invadieron un terreno accidentado y pantanoso de la cantera, aparentemente propiedad de J. John, localizados en el corregimiento Juan Demóstenes Arosemena en Arraiján. El dirigente de las familias invasoras, Abraham Rodríguez, manifestó que desde el mes de marzo permanecen en la cantera, comprendida por cuatro hectáreas de terreno, sin embargo, aclaró que están dispuestos negociar con los dueños de la propiedad. Las familias de escasos recursos que luchan por sobrevivir y que anteriormente vivían en cuartos de alquileres, han construido casas con techos de zinc oxidados, paredes de pedazos de tablas y cartones. En medio de la pobreza en que viven estas familias, se están organizado en un comité pro barriada para realizar actividades como rifas y ventas de comidas y así acumular fondos económicos con los cuales pueden mejorar la comunidad. Amarilis González, madre soltera, quien comparte su humilde hogar con sus dos hijos, comentó que se gana la vida limpiando las casas de las barriadas residenciales en Arraiján. González de aproximadamente de 23 años de edad, expresó que cuando llueve, la corriente de agua inunda su casa, por tal razón tuvo trasladarse a un terreno adyacente. Los manifestantes anunciaron que los supuestos dueños del globo de terreno de la cantera, nunca se han apersonado a la comunidad a dialogar. Por su parte, el dirigente Rodríguez advirtió que decidieron invadir los terrenos, porque tenían más de 20 años de estar abandonados por sus dueños, que hasta la fecha aún no se han apersonado al área invadida. Los terrenos están ubicados en una cantera que en la década del 70 se extraía cascajo y piedras, las cuales sirvieron para la construcción de la autopista Arraiján-La Chorrera. "Sí los propietarios de los terrenos aparecen, estamos dispuestos a realizar un arreglo de pago de los lotes, porque realmente necesitamos un terreno donde vivir", agregó Rodríguez. Expresó que las familias que residen en el área, son personas de escasos recursos. La comunidad no tiene energía eléctrica y sólo se abastece del vital líquido de plumas comunales, luego de un acuerdo con funcionarios del Instituto de Acueductos Alcantarillados Nacionales (IDAAN).
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