A pesar de los ánimos decaídos por los atentados del 11 de septiembre, la 39 edición del Festival de Cine de Nueva York se ha convertido en un pequeño oasis en medio del desierto, con un repertorio de nuevas producciones cinematográficas, cuyo alcance geográfico se extiende desde Argentina hasta Japón.
"Este festival no sólo demuestra una diversidad geográfica, sino también generacional, con directores como el portugués Manoel de Oliveira, de 92 años de edad, hasta el joven realizador argentino Lisandro Alonso, de 26", declaró el director del Film Society del Lincoln Center que organiza el certamen. Con la mayoría de entradas para las proyecciones agotadas, la edición de este año ofrece un valor adicional, ya que recupera la cinematografía de los maestros de la "nouvelle vague" francesa.
La película gala que abrió la muestra, "Va Savoir!", del emblemático Jacques Rivette, es una reflexión sobre la vida, el romance, el teatro y el arte, al narrar la historia de una actriz que es contratada para representar una obra de Pirandello y que tiene un romance con el director de la producción. |