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Trata de que tu peso o forma de verte no sea un inconveniente para lograr que tu futuro tenga grandes beneficios para tí. Foto Ilustrativa  |
Aunque no se reconozca, el sobrepeso encubre muchas veces problemas o dificultades que por alguna razón no queremos enfrentar, y pone un limite ficticio a nuestras posibilidades de realización.
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Íntimamente ligada con nuestro cuerpo está la imagen que de él construimos y que los psicólogos llaman imagen corporal. En efecto, ésta es la representación de nuestras características físicas; estatura, peso, color de piel, complexión, etcétera (llamados aspectos objetivos), pero incluye también los sentimientos, pensamientos y valoración que nos inspira nuestro cuerpo (llamados aspectos subjetivos).
Así, el orgullo o la pena que nos provoca el ser vistas, lo bonitas o feas que nos sentimos, nuestra capacidad de erotización o por el contrario, la dificultad para sentir placer, son cuestiones que tienen que ver con la imagen que de nosotros mismos hemos creado.
COMO SOMOS Y COMO NOS VEMOS
Un espejo refleja lo que tienes delante. Sin embargo, lo que tú ves cuando te miras en él puede no corresponder exactamente con la realidad de tu cuerpo; puede ser tan sólo una aproximación, o incluso llegar a diferir.
¿Cómo es posible esto? La explicación es sencilla, y tiene que ver con la incidencia del componente subjetivo, determinado tanto por nuestra personalidad como por la sociedad. Existen personas delgadas que se sienten gordas y personas con sobrepeso que se sienten delgadas. En ambos casos se da una falta de correspondencia entre la imagen corporal y el volumen real del cuerpo.
Muchas veces, esto se debe a que, efectivamente, tales personas presentaron en su niñez o en su adolescencia exceso de peso o extrema delgadez y ello marcó de por vida la idea que tienen de sí mismas.
Otras veces la divergencia está propiciada en gran medida por factores culturales. Es frecuente, por ejemplo, que las mujeres tomen como punto de referencia el peso establecido en las tablas estandarizadas de acuerdo con la edad y la estatura, mientras que los varones mayores de 40 años suelen hacer caso omiso de tales referentes. |
