10.220 días de reclusión voluntaria

Hermano Pablo
Iván Vlassiuk, oriundo de la República de Ucrania, era soldado del ejército ruso. El país estaba en guerra con los alemanes y a Iván no le gustaba pelear. Un día decidió escaparse de su regimiento. Así que aprovechó una noche oscura y se fugó. Caminando por atajos y lugares solitarios, llegó a su granja, se metió en el granero y allí se quedó. Comenzó entonces un largo confinamiento solitario y voluntario. Iván Vlassiuk fue haciendo rayitas en las maderas del establo, para contar los días que iban pasando. ¡Esas rayitas llegaron a sumar 10.220! ¡Diez mil doscientas veinte rayas que suponen otros tantos días! Es decir, veintiséis años, cuatro meses y diez días. Cuando Iván Vlassiuk salió de su granero y se presentó a las autoridades, estaba canoso, viejo y casi ciego. La gente le gritó: «¡Cobarde! ¡Traidor!» Pero las autoridades juzgaron que Vlassiuk ya había purgado el delito de deserción, y lo dejaron en libertad. Son muchas las personas que viven en confinamientos voluntarios y solitarios, sobre todo en encierros solitarios. Las que son incapaces de amar y perdonar viven encerradas en una cárcel de resentimientos. No pueden visitar amigos ni parientes, y no se tratan con los vecinos. Viven presas de un rencor que es su único pero mortal compañero de vida. Otras personas viven presas de algún terror secreto. Hay casos de jóvenes y señoritas, demasiado jóvenes para tener que sufrir tales suplicios, a quienes el miedo a la vida, al fracaso y al sufrimiento los tiene paralizados y encarcelados. También hay casos de personas que viven presas de un vicio secreto, alguna anomalía de su naturaleza, a quienes la vergüenza las ha encerrado en su granero. Viven frustradas, amargadas, afligidas. Y hay casos de personas -señoritas y señoras- que viven encarceladas por un amor imposible, viendo pasar los días hasta convertirse en años sin esperanza ni alegría. Pero hay esperanza para todos estos presos: ¡Cristo tiene la respuesta! Él es el gran Libertador y el dador de vida abundante y eterna!
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