JOHANA YAMILETH ACOSTA De recién nacida le ha ganado la batalla a la vida
Johana Yamileth Acosta, es una niña seismesina, de 12 años de edad y residente en la Barriada Estudiante de David, que pesar de no ver, se destaca en muchos quehaceres de su vida personal.

Vielka Cádiz F.
Chiriquí / EPASA
Johana Yamileth Acosta, es una niña seismesina, de 12 años de edad y residente en la Barriada Estudiante de David, que pesar de no ver, se destaca en muchos quehaceres de su vida personal. Debido a lo prematuro del parto, la infante tuvo que ser sometida a atenciones especiales, para lo cual le colocaron una máscara de oxígeno que al final y después de varios días de convalecencia, le permitió sobrevivir; sin embargo, perdió la visión. De esa manera, y sin posibilidad alguna de ver, Johana fue creciendo rodeada del cariño de los que la acompañan. Hoy, Johana tiene 12 años de edad y cursa el segundo grado en la Escuela Antonio José de Sucre de la ciudad de David, una institución educativa donde en su mayoría, acuden niños sin ningún defecto físico, es decir, normales. Desde muy temprano en la mañana, la destacada alumna sale de su casa ubicada en un punto cercano al centro de la ciudad, con rumbo hacia el centro escolar, donde estudia bajo el sistema braille, el cual consiste en leer y escribir a través de puntos. Durante la entrevista con EPASA, la dulce infante nos mostró su destreza para manejar su máquina braille, que un día le regaló un corazón generoso, después que conoció la situación que ella confrontaba. Así lo relató su madre, quien vive agradecida del hermoso gesto que tuvieron para con su hija. Mediante la demostración y con la colaboración de su progenitora, quien tradujo lo escrito de manera similar a como Johana lo había expuesto inicialmente, pudimos comprobar que la niña domina muy bien el artefacto que le sirve de gran ayuda para desenvolverse de manera satisfactoria. En la entidad educativa, la pequeña acude al aula especial del Instituto Panameño de Habilitación Especial (IPHE), pero también al salón regular, donde están los niños normales. Al respecto, su madre Juana Acosta expresó que la idea es lograr que la niña crezca sin ningún complejo y que aprenda a superar esa dificultad. Para la señora Acosta, es importante que su hija mantenga para el resto de su vida, ese espíritu que hasta ahora le ha permitido sobresalir en la sociedad. Según relata su orgullosa madre, el impedimento físico de Johana no ha representado nunca un obstáculo para que ella se destaque en su vida. Y es que, aunque el destino se ensañó contra ella desde que vino al mundo, y le negó la oportunidad de ver y admirar la belleza que ofrece la naturaleza, la jovencita es una alumna sobresaliente y con muchos deseos de estudiar para ser alguien en la vida. Un ejemplo de que le gusta ser independiente, es que pese a su discapacidad, hoy día la niña ayuda a su mamá en algunos quehaceres de la casa, tal como es fregar, barrer, trapear, bañarse ella sola, acomodar y buscar su ropa. Al preguntarle sobre por qué lo hace, Johana dijo que no quiere ser una carga y aclaró que a ella no la mandan, sino que lo hace porque así lo desea, agregando además, que recorre la casa e incluso visita a sus tíos y vecinos, porque ya conoce el patio. Además, se conoció que ella participa todos los años en las Olimpiadas Especiales, donde expresa su talento a través del atletismo (corre). Hasta el presente, la pequeña ha alcanzado dos medallas de plata y dos de oro, en eventos realizados a nivel de la provincia. Mientras tanto, trascendió que existe la posibilidad de que viaje el próximo año al hermano país de El Salvador, para participar en un torneo internacional a desarrollarse en esa región centroamericana. Para ello, es primordial que sea integrada al grupo que la rodea, sin ningún trato diferente, de manera que ella sienta la igualdad. En la actualidad, la audaz Johana es candidata a reina del Aniversario de la Escuela Antonio José De Sucre y como ella misma lo pronunció, representa con mucho orgullo a las aulas especiales. Para salir triunfante, la niña necesita presentar el día de la escogencia, a fines del mes de septiembre, la mayor cantidad de resmas de papel blanco. Su humilde familia compuesta por seis miembros, entre los que se menciona el padre Luis Ríos, la madre Juana Acosta y sus cuatro hijos, Johny, John, Johana y Mishelle, aunque viven con ciertas limitaciones y el dinero apenas les alcanza para pagar los gastos básicos y alimentarse moderadamente, dicen que lo fundamental es lograr que la pequeña sea aceptada normalmente por la sociedad.
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