EDITORIAL
Los apagones y el Ente Regulador
José Guanti, director presidente del Ente Regulador de los Servicios Públicos, envió a la redacción de los periódicos una nota en la que acepta que después de privatizado el servicio eléctrico, las interrupciones de éste son más frecuentes que en los tiempos del IRHE, y explica por qué. ¿A qué se deben tantos "apagones" en Panamá después de la privatización del IRHE? Guanti da tres razones: Primero, porque hay una sola línea de transmisión entre la provincia de Chiriquí y Panamá. Cuando este sistema falla por cualquier causa (como pasó en julio, agosto y el pasado 21 de septiembre) una parte sustancial del país queda a oscuras. Según el Ente, nada se puede hacer. La solución es una segunda línea de transmisión, e instalarla demorará 4 años más, de acuerdo a técnicos consultados. Según dicen, "estamos trabajando en eso". Segundo: los equipos, postes, tendidos y plantas del IRHE eran pura basura cuando se vendieron, tal como dijo un vocero de una de las empresas que los compró. Sabiendo eso, el Ente Regulador dio plazo hasta el año 2002 para reemplazar la chatarra y darle mantenimiento a los equipos. Por eso los continuos "apagones", que no son más que interrupciones (que se anuncian por los periódicos, pero la gente no lee) para cambiar cables, aislantes, transformadores, y demás piezas que fueron vendidas completamente deterioradas. Tampoco se puede hacer nada, según Guanti, para detener este programa de mantenimiento, que bajará de intensidad a partir de julio del otro año y terminará, como se dijo, en el 2002. Y tercero: toda esa gente que roba energía con las llamadas "telarañas" está causando interrupciones al conectarse con instalaciones inseguras y peligrosas a las líneas. Los apagones se dan para evitar mayores daños al sistema o a personas inocentes. Agrega Guanti en su nota que las empresas distribuidoras deben pagar la reparación de los electrodomésticos dañados por "perturbaciones del sistema eléctrico" (léase apagones), y si no lo hacen el Ente Regulador está obligado a atender el reclamo y darle la razón a quien la tiene. Sin embargo, consultas con las empresas distribuidoras revelan que los usuarios no conocen los procedimientos para hacer las reclamaciones y, en muchas ocasiones, el mal diseño del sistema eléctrico de las casas en barriadas populares es la causa del daño y los residentes no lo saben. Así las cosas, los apagones seguirán siendo pan nuestro de cada día en Panamá, mientras no se construya una segunda línea de transmisión desde Chiriquí; terminen los programas de mantenimiento; y se identifique y elimine a todo aquel que roba energía eléctrica. Hasta que eso pase, y tenemos que aceptarlo así: ¡Tinieblas!
PUNTO CRITICO |
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