La selección panameña de béisbol tiene un ingrediente especial para el torneo de Cuba. Tiene cinco peloteros con talla de Grandes Ligas... seis seres especiales que han saboreado el rico sabor de jugar en el mejor béisbol del planeta.
Empecemos por el manager Omar Renán Moreno, una estrella en los senderos y el mejor robador de bases que haya nacido en la tierra del canal y la pollera. Rubén Rivera, con mucho talento y nueve temporadas seguidas jugando en el "Big Show".
Olmedo Sáenz a quién una vez se le tildó como el mejor bateador emergente derecho de la Liga Americana. Carlos César Maldonado... quien lució su uniforme de ligamayorista, Julio Mosquera... con talla de Grandes Ligas y Rafael Medina, otro de la reducida lista de Grandes Ligas en el equipo que irá al Mundial de Cuba. Cuatro como jugadores y dos como técnicos... pero seis en total.
Ayer vimos la humildad de Rubén Rivera... un pelotero que ha estado en los vestidores o "club house" de muchos estadios de Grandes Ligas.
Rivera se cambió en medio de un pantano... agua por todos los costados. Jamás puso una mala cara al mal estado de los camerinos. Nunca se quejó y mucho menos lanzó una frase en contra de la incomodidad que vivió.
Pero ese es Rubén Rivera, humildad a la orden... lo mismo que los otros grandes ligas panameños. Nadie se queja, todos juegan por Panamá. Pero... señores, que dirán los visitantes, los boricuas, dominicanos, gringos, mexicanos, nicaragüenses... cuando caiga del cielo agua y se filtre por las tribunas del Estadio Nacional. Los camerinos serán piscinas incomodas... y allí no habrá silencio, sino quejas de todos los costados. Falta poco... realmente el Estadio Nacional no esta 100% y la lluvia de ayer lo demostró. Pasó un examen y por suerte no llovió. Ojalá no se den lluvias en el torneo Pre olímpico, de lo contrario viviremos una vergüenza panamericana, del tamaño de América. |