La selección femenina de España, que llegó a Brasil con la aspiración de hacer valer el mismo ADN de campeón mundial del equipo masculino, perdió ayer la posibilidad de conformarse con el mismo quinto puesto que obtuvo en las ediciones de 1994 y 1998 al caer con Lituania por 71-80 en un partido abúlico.
Los equipos de Domingo Díaz y Arvidas Paulauskas saltaron hoy al gimnasio Do Ibirapuera sin superarse aún el golpe psicológico de haber perdido en cuartos de final con Rusia y Estados Unidos.