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Dagoberto Jiménez Díaz  |
El niño Dagoberto Jiménez Díaz, de 6 años, era un excelente estudiante de la Escuela Fe y Alegría. Tenía promedio de 4.9. Hoy sus restos reposan en la morgue. Es otra víctima de las bandas que operan en Curundú. Dagoberto jugaba la tarde del miércoles en un patio baldío, que sirve de cancha de fútbol a los niños del sector de El Relleno.
La risa de la chiquillada fue silenciada de repente por una balacera. El área se convirtió en un infierno. Todo el mundo corría para protegerse, pero una bala disparada con una 9 milímetros alcanzó a Dagoberto en la espalda. El niño al caer también recibió un fuerte golpe en la frente.
Familiares y vecinos del lugar, lo trasladaron de inmediato en un taxi al Hospital del Niño, donde a las 10:00 a.m. de ayer, murió en la sala de cuidados intensivos.
Según el informe médico, el proyectil le fracturó varias vértebras y se alojó cerca del corazón. Los responsables del tiroteo viajaban en un auto, desde donde disparaban contra otros tres sujetos residentes en la calle "U", Cabo Verde y en la Multi Amarilla, integrantes de una banda rival.
El niño Jiménez cursaba el primer grado. Su madre Urania Díaz destaca que era excelente como hijo y estudiante.
Urania, en medio del llanto inconsolable por la pérdida de uno de sus 6 hijos, les pidió a los homicidas que se arrepientan y busquen a Dios. |