 |
A falta de un empleo formal los moradores del corregimiento de Pedregal se la ingenian para poder sobrevivir. Este señor tiene un pequeño puesto de legumbres y frutas que le permite llevar el sustento diario a su hogar.  |
El desempleo, la poca oportunidad laboral que las familias en todos los niveles -tanto adultos como jóvenes- padecen, sumado a la crisis económica que atraviesa el país, complementan la espiral de dificultades que viven a diario muchos ciudadanos, especialmente los moradores de San Joaquín y la Rana de Oro.
Aproximadamente el 80% de los pobladores de ambos sectores carece de un empleo fijo, pero a pesar de esta situación hacen el esfuerzo por mantener su hogar estable.
La escasez de agua, el alto costo de los servicios públicos, de los alimentos, del pasaje, y los pocos ingresos que reciben estas familias, son algunos de los problemas que encabezan la lista de innumerables limitaciones a las que tienen que someterse.
Según declaraciones de Teresa Nike, residente del sector de San Joaquín y propietaria de un puesto de venta de empanadas, el costo de la vida es muy alto y los salarios muy bajos.
Las limitaciones de los habitantes de San Joaquín son notables. "Hago mi negocio sólo para poder vivir y comer, no me alcanza para más nada, ya que la comida está por las nubes", alegó Nike.
Según un informe de la Comisión de Libre Competencia y Asuntos del Consumidor (CLICAC), sobre el costo de la Canasta Básica de Alimentos, la misma refleja una variación de B/.0.44 (cuarenta y cuatro centésimos de balboa) entre agosto y julio del presente año. Aumentando el costo de la canasta básica.
Esta pequeña variación se debe a que muchos de los productos agropecuarios de la canasta han sido afectados por las variantes del clima, entre otros problemas, según investigaciones de la CLICAC.
SIN AGUA Y CON LUZ CARA
Por otro lado, José Valentino, chapistero independiente y residente de la barriada ERSA, en San Joaquín, declaró que el agua se va desde las 6:00 de la mañana y regresa a altas horas de la noche, y aún siguen pagando el mismo costo por un servicio deficiente.
En cuanto a la luz, "estuvimos muchos años pagando altas sumas de dinero por el servicio eléctrico, pero ahora nos fueron instalados los medidores de energía por la empresa ELEKTRA, para controlar el consumo y así pagar un precio módico al alcance de nuestros ingresos económicos", manifestó Valentino.
Tal como señaló Margarita Aguilar, jefa de Comunicaciones Corporativas de ELEKTRA NORESTE, los trabajos en San Joaquín consistieron en el preensamblado, así como el financiamiento del depósito y el cargo por conexiones, además del compromiso de los moradores de mantenerse como clientes activos de la empresa y realizando sus pagos mensuales al día.
Sin embargo, no sólo los pobladores de estos sectores viven las vicisitudes por las que atraviesan a diario, también los dueños de negocios instalados en el área, declaran que sus ingresos han bajado considerablemente y que ya no viven como antes.
"Ahora hemos tenido que bajar nuestros gastos de comida a la mitad, para poder correr con todas nuestras deudas", precisó Elías Lanuza, propietario de un taller de ebanistería.
Los moradores claman a los grupos político, económico y empresarial, que presten un poco más de interés a las comunidades olvidadas, que también tienen derecho al trabajo, a una vivienda digna, a la salud y al bienestar social. |