Soldados de ambas Coreas abrieron ayer jueves sus fronteras extensamente fortificadas y comenzaron a retirar las minas terrestres para permitir la rehabilitación de una línea ferroviaria y las carreteras entre los dos países, que fueron cortadas hace medio siglo.
Las tareas ilustran el deshielo intercoreano y la mejora de relaciones bilaterales. El retiro de minas dentro de la zona desmilitarizada, de 4 kilómetros de ancho, forma parte de un acuerdo más amplio intercoreano -logrado en agosto- para reanudar el proceso de reconciliación entre ambas Coreas, tras meses de tensiones.
El acuerdo establece la construcción de una línea ferroviaria y una carretera en los sectores oriental y occidental de la frontera de 248 kilómetros, que recorre el paralelo 38. La primera carretera podría ser abierta en noviembre y la línea de tren para fines de año.
Antes de ser iniciada la tarea, unos 24 soldados surcoreanos armados realizaron patrullajes dentro de la zona desmilitarizada. Poco después entró una topadora especialmente equipada, seguida por un convoy de camiones con unos 50 zapadores del ejército.
Los zapadores tendrán que retirar 1.700 minas terrestres y su tarea quedará completada en octubre, dijo el militar. Los durmientes y rieles del ferrocarril serán colocados en ese corredor para fines de año. Simultáneamente, Corea del Norte comenzó una operación similar en su territorio fronterizo, dijeron las autoridades surcoreanas.
Ambas partes detonaron las primeras minas encontradas en la zona, casi al mismo tiempo, unas horas después de comenzar la tarea. En la parte oriental de la zona desmilitarizada, ambas Coreas iniciaron una operación similar para retirar las minas en un corredor de 100 metros de ancho, según las autoridades surcoreanas. |