El caudillo checheno Shamil Basayev se adjudicó el viernes la responsabilidad de la toma de rehenes en el colegio de la ciudad rusa de Beslan, en la que murieron 320 personas, la mitad de ellos niños, y amenazó con más ataques por cualquier medio que considere apropiado.
Basayev, el hombre más buscado de Rusia, expresó su pesar por el desenlace sangriento en Beslan, y responsabilizó por ello al Kremlin. Dejó en claro que no habrá tregua en los ataques rebeldes en el futuro en su campaña por una Chechenia independiente.
El comunicado, que también brindó un escalofriante recuento de sus gastos en los ataques donde murieron más de 400 personas, fue una respuesta al presidente ruso, Vladimir Putin, que se negó a negociar con los separatistas.