FAMILIA
La guerra contra las drogas
James A. Inciardi
POST SCRIPTUM
En la medida en que Estados
Unidos atravesó la década de 1980 y entró en los años
noventa, tanto el consumo de heroína cuanto el de cocaína
persistieron, y fumar cocaína-crack llegó a proporciones epidémicas
en muchos barrios pobres de las ciudades. Al mismo tiempo, una curiosa variedad
de drogas de moda empezaron a sucederse, algunas nuevas y otras bastante
viejas.
EXTASIS (MDMA)
Quizá la primera de las recién llegadas a la escena norteamericana
de la droga en los años ochenta fue la MDMA (3, 4-metilenedioximetanfetamina).
Más conocida como "éxtasis" y a veces llamada "XTC"
y "Adán", es un compuesto sintético vinculado tanto
con la mescalina cuanto con las anfetaminas, comúnmente etiqueta
de alucinógena.
Dato interesante, el éxtasis no era una droga totalmente nueva
cuando por primera vez se le advirtió de forma generalizada. Tras
haber sido desarrollada por Merck & Co. Como un supresor del apetito
durante los primeros años del siglo (pero nunca comercializado),
hizo su aparición inicial en la calle a principios de los años
setenta y se convirtió en sucesora de la MDA, la "droga del
amor" de la desaparecida contracultura hippie de los años sesenta.
La información sobre el éxtasis se diseminó por primera
vez en gran medida boca a boca y en "guías de vuelo" escritas
anónimamente, que ofrecían instrucciones para su uso adecuado.
Durante un tiempo fue utilizado por los psiquiatras y otros terapeutas para
facilitar la comunicación del paciente, la aceptación y la
reducción del miedo. Un conjunto de terapeutas adujeron, por ejemplo,
que los pacientes "se abrían" bajo el efecto de la droga,
volviéndose menos defensivos y menos temerosos y recordando acontecimientos
del pasado que habían estado reprimiendo durante años.
Mientras el consumo terapéutico y recreativo de la droga se volvió
más generalizado durante los primeros años de la década
de 1980, llamó la atención tanto de los medios cuanto de la
Agencia de Combate de Drogas (DEA). A pesar de los argumentos de varios
psiquiatras e investigadores que creían con seriedad en el potencial
terapéutico del éxtasis, un químico de la DEA llegó
a la conclusión de que la droga tenía un elevado potencial
de abuso y debía ser estrictamente controlada. Para fines de 1986,
el Extasis se había convertido en una droga de Categoría I,
lo cual quería decir que su fabricación, distribución
y venta eran violaciones de la ley federal.
En el período posterior al control federal, los suaves efectos
eufóricos del éxtasis fueron buscados por pequeños
segmentos de estudiantes universitarios, las "fiestas de éxtasis"
se hicieron populares en unos pocos clubes nocturnos de Nueva York, la droga
se volviüo un foco de atención en Europa por su consumo generalizado
en "fiestas de ácido" de discotecas, las muertes vinculadas
con el consumo de MDMA (y su análogo MDEA, también llamado
MDE y conocido en la calle como "Eva") fueron pocas en número
según lo informado, pero sin embargo evidentes, especialmente en
individuos con desórdenes cardíacos, los informes sobre reacciones
psicóticas graves y prolongadas a la MDMA empezaron a acumularse,
y los estudios preliminares del Centro de Investigación de la Adicción
de Baltimore sugerían que el éxtasis destruía las células
nerviosas del cerebro que producían el neuro-transmisor serotonina,
el mensajero químico que modula los sentimientos, el comportamiento
sexual y las respuestas al dolor y la tensión.


|



|
Ruptura entre evangelio y cultura, verdadero
drama del siglo XX
 |