La nueva embajadora de Estados Unidos, Phyllis Marie Powers, presentó ayer sus credenciales ante el gobierno panameño. Es una diplomática con 32 años en el servicio exterior. Sus más recientes funciones las desarrolló en Bagdad, pero también fue la responsable del llamado Plan Colombia, en la misión norteamericana en Bogotá.
Los temas bilaterales entre Panamá y Estados Unidos casi siempre son los mismos entre dos países que mantuvieron una estrecha relación por casi un siglo debido a la construcción y operación del Canal Interoceánico y las bases militares del Comando Sur.
En estos tiempos, quizás la mayor preocupación de los norteamericanos es el uso de Panamá como tránsito de la cocaína que movilizan los carteles colombianos y mexicanos del narcotráfico, así como sus operaciones de lavado de dinero. De igual modo, la seguridad del Canal frente a una eventual amenaza terrorista es un tema recurrente en las relaciones bilaterales.
Hay en la agenda un tema pendiente: la ratificación por parte del Congreso de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio. Panamá hace rato cumplió los trámites en torno a ese acuerdo para facilitar las importaciones y exportaciones sin pagar los impuestos tradicionales de entrada y salida de bienes y mercancías.
Estados Unidos, inmerso en problemas económicos y sus elecciones internas, han ido posponiendo y posponiendo la ratificación. Cada cierto tiempo hay una expresión anunciando respaldo al TLC entre ambos países, pero luego el asunto se congela.
Ojalá que con la nueva embajadora se logre el impulso necesario para la ratificación de ese tratado y se mantengan las relaciones en el marco del respeto mutuo que debe caracterizarlas.