REFLEXIONES
"Colombia: Peligro inminente"

Carlos Christian Sánchez C
Relacionista internacional
El Darién, la conexión entre Las Américas, selva virgen, además de ser la división política entre Colombia y Panamá, fue considerada por mucho tiempo un sitio apacible, tranquilo e inhóspito para el hombre. Quién pensaría que este lugar se convertiría en el futuro escenario de una disputa tonta, por causa de una guerra civil y la inexperiencia de los panameños en no aceptar la responsabilidad de defenderse con sus propios medios. Tom Clancy, afamado escritor norteamericano, se imaginó en una de sus obras literarias, el "Peligro Inminente" de una intervención militar estadounidense en Sudamérica, por el hecho de la amenaza del conflicto colombiano sobre el Canal de Panamá, los países vecinos y la Seguridad Nacional del Coloso Norteño. Las regiones de Urabá, el Chocó, la cuenca del Río Atrato y el Noroeste de Colombia, viven en la actualidad una crisis armada, debido a los combates entre soldados, paramilitares y guerrilleros marxistas, por el control del territorio. La desesperación por lograr la victoria, más las presiones políticas desde Bogotá y Washington, han hecho caer en la imprudencia a un osado dirigente de la derecha armada, en decir que los países vecinos de Colombia, que toleran la presencia de los comunistas alzados, serán atacados por los paisas. Entre esos está Panamá incluido. Carlos Castaño, un ilustre desconocido, ha desatado con su polémico anuncio, una "Caja de Pandora" que permitirá en el futuro la invasión de fuerzas foráneas al territorio colombiano, transformándolo en un nuevo "Vietnam". Panamá, el antiguo departamento de la nación paisa, será un "Objetivo Militar", que indirectamente significa la internacionalización de la Guerra Civil en el país sudamericano. No se sabe si por la influencia de espías o agentes de inteligencia estadounidenses, los paramilitares colombianos fueron motivados para decir tales aseveraciones. Pero la realidad es que la provincia del Darién es un "Santuario", una tierra de nadie sin control alguno, utilizado como teatro de planes para los frentes militares, tanto de la izquierda como de la derecha colombiana. Desde 1990, al desaparecer los efectivos militares panameños, por la derrota de las Fuerzas de Defensa en la invasión estadounidense, la frontera con Colombia se encuentra prácticamente indefensa, sin protección, algo que se compararía como "la puerta de la cocina abierta, invitando a los ladrones para que roben lo que quieran dentro de nuestro país". En esta década, se cuentan en decenas las incursiones que han ocurrido en el Darién. Cientos de panameños han sufrido los robos de los alzados colombianos, mientras que se estiman entre 10 a 20 los istmeños muertos, producto de las invasiones furtivas. Empero, lo que da lástima, es que los tres últimos gobiernos panameños demostraron una total indiferencia con la forma de solucionar el asunto fronterizo. ¿No saben acaso los gobernantes istmeños la cantidad de recursos naturales que hay en el Darién? ¿Será que no comprenden que la Soberanía de Panamá está en constante amenaza por los colombianos? ¿O es que quieren que los norteamericanos apliquen las enmiendas del Tratado de Neutralidad, que tanto insistieron a Torrijos para lograr la reversión del Canal Interoceánico? Recordemos que en los Estados Unidos, al igual que en Colombia, los "Señores de la Guerra", grandes empresarios del negocio de las armas convencionales, tienen en el conflicto sudamericano, una enorme fuente de inversiones, a largo plazo. No importa si muere un niño, o si secuestran a veinte personas en Cartagena; lo que interesa es ganar millones de dólares, a costa del sacrificio de civiles en los países subdesarrollados. Washington tiene en el "Stablishment", una sola forma de pensar, aunque "Tres formas de actuar": El Pentágono, los congresistas republicanos y la Casa Blanca.
|
|
|