El sacerdote belga Eric Dejaeger, acusado de abusos sexuales a menores de la minoría esquimal en Canadá, se entregó ayer a la policía local de Lovaina (norte de Bélgica) y ya ha sido interrogado.
Dejaeger, sacerdote y misionero de 63 años, se encontraba oculto en una casa vinculada a la abadía católica flamenca de Blanden, cerca de Lovaina, según el diario flamenco "De Staandard".
El hombre no ha sido detenido inmediatamente porque Canadá todavía no ha emitido una orden de extradición oficial, si bien la Interpol lo incluía en su lista de pedófilos más buscados.
Mientras, miembros del grupo de trabajo "Derechos Humanos en la Iglesia" (werkgroep "Mensenrechten in de Kerk") protagonizaron un acto de protesta en Bruselas, Bélgica.