El obrero Abilio Gómez, de 57 años, murió tras sufrir un infarto a bordo de un autobús de la ruta Burunga-Panamá, y no recibir atención médica en la policlínica de la Caja de Seguro Social de Arraiján, porque no había médicos a eso de las 6:15 a.m. de ayer.
Tras el infarto, Abilio fue llevado a la policlínica en el taxi con placa 014078, pero en el cuarto de urgencias sólo había enfermeras, quienes se negaron a atenderlo y recomendaron llevar al paciente a la capital o a La Chorrera.