REFLEXIONES
Divagaciones políticas
(2 de junio de 1989)
1-NO REELECCION
Creo que uno de los principios
que debemos establecer sólidamente, aprovechando el paréntesis
crítico en que nos encontramos, es el de no reelección. Ese
principio rige, desde hace mucho tiempo, en lo que se refiere al Organo
Ejecutivo. Pero debiera funcionar en todos los cargos electivos: es decir,
para los Legisladores, los Representantes de Corregimiento y los Concejales.
Gran parte de la improductividad y de los vicios y corrupciones que se producen
en los órganos legislativos y edilicios, emana de los ambiciosos
esfuerzos continuistas de sus protagonistas. Es cierto que puede haber algunos
casos de legisladores, representantes y concejales no solamente honestos
sino también capaces y consagrados. Pero esas ínfimas minorías
-que siempre pueden ser igualdas o superadas- no justifican las persistentes
mayorías negativas, que se pegan como lapas a lucrativas posiciones
que probablemente otros podrían desempeñar con mayor eficiencia
y acierto.
2-ALTERNABILIDAD
Uno de los elementos esenciales en la funcionalidad de la democracia
participativa, precisamente, dar oportunidad a que el mayor número
posible de ciudadanos tenga ocasión de demostrar sus capacidades.
Los políticos de profesión, que invierten cuantiosos recursos
en las campañas electorales, obstruyen sistemáticamente el
surgimiento de nuevos valores. Y son esos reeleccionistas, que buscan rendimiento
utilitario de sus inversiones políticas, los que suelen dedicar la
mayor parte de su tiempo y de sus energías a mantener y cultivar
las relaciones y los sistemas que propicien su continuismo, con el consiguiente
abandono de los deberes y responsabilidades que les corresponden. Son esos
los que pretenden justificar su improductividad arguyendo que "tienen
que atender sus compromisos políticos", olvidando que el único
compromiso de los legisladores es con la nación y con los programas
de trajo que se han comprometido a impulsar y no con sus electores, que
de ellos no tienen derecho a esperar ningún tipo de compensación
personal.
3-PARTICIPACION
Nuestros sistema partidista garantiza, en forma bastante adecuada, la
representación de las minorías en los órganos Legislativo
y Edilicio. A esos niveles, es práctica efectiva la "participación"
de todos los sectores y de las diferentes corrientes de opinión.
Pero no ocurre lomismo en los casos de los órganos Ejecutivo y Judicial.
Se supone que los tres deben ejercer "el poder público",
que emana del pueblo. Pero en dos de ellos ese poder que ellos ejercen es
el que emana solamente "de una parte", la "parte mayoritaria",
del pueblo. La parte minoritaria, que también es fuente de "poder
popular", solamente tiene expresión en los órganos legislativos.
Por eso pienso que solamente podemos avanzar hacia el perfeccionamiento
y consolidación de nuestra democracia cuando la participación
de las minorías se haga extensiva -por disposición constitucional-
a los órganos Ejecutivo y Judicial.
4-RELACIONES
Creo que habría menos apasionamiento sectarios, menos enconos
personalistas, menos revanchismos vengativos, si las minorías tuvieran
participación real y efectiva -por supuesto, proporcional- en todos
los órganos del Estado, porque todos deben emanar de un poder popular
queno es exclusivo de las mayorías ni puede ni debe excluir a las
minorías. Esas formas de democracia participativa han funcionado
con gran éxito no solamente en países europeos, como Suiza,,
sino también en ejemplares democracia latinoamericanas como el Uruguay.
Tendríamos más continuidad constructiva en el desarrollo de
los programas de gobierno y más amplitud y fortaleza en la conjunción
de las voluntades, si la democracia participativa fncionara adecuadamente
a través de los tres órganos del Estado.
EL PENSAMIENTO DE HOY
Conversar no es discutir, sino entrar en el surco que ha trazado el otro
y proseguir en el trazado para ensancharlo y perfeccionarlo en beneficio
mutuo.
GAUDI.

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AYER GRAFICO |
Se cumplen trece años del brutal asesinato del Dr.Hugo Spadafora. |


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