Glorias del boxeo andan como almas perdidas
en la calle
Luis A. Chamorro B.
Crítica en Línea
Las calles se han convertido
en un verdadeo tinglado para los ex boxeadores panameños. Son coliseos
de inmundicia donde los asaltos no tienen períodos específicos,
pero sí un final fatal si nadie tira la toalla a tiempo: La muerte.
Héctor Sánchez es otro de aquellos grandes boxeadores,
que brilló en la década de los 70; en los pesos 135, 140 y
160. Hizo campaña en Francia y Argentina, llegando a ocupar la sexta
posición mundial en los pesos Junier Welter.
Hoy, no es ni la sombra de lo que fue. Se le ha visto en los restaurantes
de Santa Ana arrebatándole comida de la boca a las personas, sólo
porque está por sobrevivir en esta su última batalla.
La tragedia del boxeo panameño ha empujado a los púgiles
al vicio de la droga; reconoció el Presidente de la Comisión
de Boxeo (COMIBOX), Miguel Prado.
"Estas personas cayeron en ésto por no recibir la debida
orientación", dijo Prado.
Sobre la situación que vive el ex campeón mundial Hilario
Zapata, manifestó que es muy difícil para una persona que
haya adquirido este vicio, salirse tan fácilmente; sin embargo adelantó
que con la creación del Sindicato de Boxeadores, quizás estos
cuadros desaparezcan de la calle.
La COMIBOX está contribuyendo a que se cristalice la personería
jurídica de este sindicato, que busque la fórmula para respaldar
a boxeadores retirados.
Prado advirtió que la COMIBOX está muy preocupada por la
imagen de Roberto Durán y resaltó que ésta será
protegida.
"A los 47 años de Durán nunca se le ha conocido problemas
de drogas", sostuvo el Presidente de la COMIBOX, quien reiteró
que "la imagen de Durán hay que protegerla por ser la gloria
del boxeo panameño".

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