Estoy cansado del tranque, de los maleantes, de la bulla del vecino, de la gasolina, del problema de la basura, de la larga distancia nacional del teléfono, de los mosquitos, de los perros que riegan la basura, de la venta de droga en el barrio, de las calles llenas de huecos, de que nadie me visite por vivir lejos, en fin. Muchas gente está cansada de..., pero no se ha puesto a hacer cálculos reales dónde encontrar lo opuesto a lo arriba señalado.
No es que uno esté buscando vivir dentro de una burbuja alejado del problema social que castiga a las comunidades de clase media baja, media media y media alta. Las personas buscan una sola cosa que simplifica todo: paz. Sin embargo, muchos no piensan bien el siguiente paso que harán por segunda vez en sus vidas, que es mudarse a una nueva casa.
El acelero y la mala planificación los puede hacer salir de "Guatemala para Guatepeor", con el perdón de los chapines, una frase muy usada en Panamá.
Si usted vive en el Oeste y quería irse para el Este debe pensarlo tres veces por un asunto llamado Centenario.
No vaya a enredarse en tranques de horas por minutos de camino. La decisión al final es de cada persona, pero deben ponerse a pensar todos los pro y contra de cada sector.
Le recomiendo, estimado (a) lector, que se siente con su familia. Una vez reunida, ponga una columna A los beneficios de un lado y en la columna B los beneficios del otro lado. Ponga en la balanza dónde hay mayor ventajas y dónde hay menos desventaja.
Sea calculador, científico y hasta urbanista para tomar su decisión final porque podría ser su última decisión y ojalá sea la mejor para usted y toda su familia, aunque ésta tiene que crecer y tomar a mediano o largo plazo una decisión igual a la que en estos momentos usted tiene que tomar, que es dónde vivir en paz.