¿Qué más debemos aguantarle a José Hernández?, a un técnico que hace dos años llegó a nuestro país con falsas promesas, y hoy que no pudo cumplirlas refleja su frustración con un sinnúmero de declaraciones que no favorecen en nada a la selección, que él no supo dirigir correctamente para llegar al Mundial.
Entonces la culpa es sólo y exclusivamente de los jugadores panameños, que no absorbieron en dos años las maravillosas técnicas del colombiano que los llevaría a un mundial y los pondrían en la posición número 50 del ranking de la FIFA y los periodistas “malos” que no creían en sus imaginarias proposiciones.
Sé que los comentarios vertidos en este escrito no serán del agrado de algunos cuantos pasionistas que tratando de justificar los desaciertos del técnico colombiano, no quieren aceptar que la principal y única razón por la cual fue contratado era la de conseguir resultados y no para emitir pretextos y mucho menos hablar de inmadurez cuando tuvo todas las armas en sus manos y no supo utilizarlas.
Cuando este entrenador colombiano llegó a Panamá como un “héroe”, junto a los jugadores que habían hecho posible un subcampeonato en la Copa de Oro en la CONCACAF, ganándole a grandes equipos, manifestó lo siguiente: “Hemos demostrado en el campo la gran clase que tiene el equipo, la manera inteligente y ordenada como jugamos”, éramos “un campeón sin corona”, dijo.
Y ahora con toda la frustración personal de no haber conseguido hacer historia, llevando a una selección nacional a un mundial, ahora, los jugadores son inmaduros y con México “jugaron el peor partido de la eliminatoria”, cosa que les costó a los jugadores que el flamante técnico no les hablara después del partido en el azteca.
¿Es eso profesional de parte de un técnico?, después que estos muchachos le dieron la oportunidad de ser héroe por un día, de tener satisfacciones que no había tenido en su carrera, de que nuestro país le diera por primera vez la oportunidad de dirigir una selección nacional, ¿esa es la manera de pagarle a sus jugadores?
No le importó con el estado anímico de los muchachos después del partido, sólo le importó con él, cómo se sentía él y su frustrado camino personal a la historia, ahora fue un pobre equipo que no mostró nada, que lucieron desordenados y fuera de toda concentración, más esto no le interesó al entrenador. ( Me parece muy lindo de su parte).
Recuerdo sus declaraciones pretenciosas, fuera de toda su mal llamada “humildad” cuando llegó de la Copa de Oro y preguntó a un sinnúmero de periodistas ¿en qué posición íbamos en el ranking de la FIFA?, en ese momento estamos por el 83, “cuando llegué a Panamá estábamos en el 124, manifestó muy orondo.
Tenemos que ver ahora en qué posición nos dejará al término de esta eliminatoria, y cuando sea su fin, sólo tendrá el recuerdo de lo que no pudo hacer, y de que muchos periodistas no estábamos lejos de la realidad de no creer en sus falsas expectativas, cierto que se avanzó, por eso debe darle gracias a Dios, gracias a un país que le permitió avanzar, porque tuvo excelentes jugadores que fueron semilla de un proceso anterior que él (Hernández) no manejó.
Entonces sólo nos queda aguantarnos este clavo hasta el juego con Estados Unidos....¡ y que no se vaya!, que termine sin cobardías lo que comenzó hace un par de años, y se siente a rumiar su tristeza y su frustración sin tocar más a los jugadores de mi país que no supo llevar a su cometido. Punto Final José Hernández... eres historia.