EDITORIAL
Crueldad sin límites
Una masacre de palomas se dio recientemente en el Estadio Nacional que por derecho propio los fanáticos del béisbol han empezado a llamar Rod Carew. La matanza indiscriminada de estas aves ha merecido la censura de la comunidad que rechaza el método bárbaro que se empleó con estas inofensivas aves que fueron llevadas para la investidura, como primera magistrada de la nación, de la señora presidenta Mireya Elisa Moscoso Rodríguez. Lo que a todas luces nos parece aberrante se consumó en los predios de este coliseo deportivo y lo peor de todo es que aún no aparece el responsable de ordenar tal matanza. La Sociedad Protectora de Animales se pronunció con energía por esta masacre que pone a los responsables como hombres sin sensibilidad y que actúan sin nobles sentimientos. Panamá, que proclama la defensa de la ecología, debe promover sanciones contra los responsables de esta matanza que no le hace ningún bien a la imagen del país. Incluso, se deben tomar acciones como multas severas contra los que ordenaron esta barbarie sin límite, cuando ya se creían superadas en nuestros medios estas acciones de violencia y de fuerza. Esperamos que los Corregidores de Policía y las autoridades pertinentes den con los responsables del fusilamiento de estas palomas y que se lleven ante la justicia a los victimarios de las aves, no importa quienes sean y los hagan pagar esta atrocidad porque los animales también son criaturas de Dios. La paloma es el símbolo de la paz y se ha atentado contra ella impunemente. Esperamos que se haga justicia.
PUNTO CRITICO |
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