Indonesia enfrenta la ira del mundo por Timor Oriental

Redacción
Crítica en Línea
Indonesia fue blanco el viernes de la ira internacional por las matanzas en Timor Oriental y versiones provenientes del territorio relataron nuevas escenas de sufrimiento en el aislado complejo de la ONU en Dili. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, exhortó a Yakarta a aceptar el envío inmediato de una fuerza de pacificación al territorio o enfrentar la responsabilidad de "lo que podría constituir crímenes contra la humanidad". "En todo caso, los responsables por estos crímenes deben ser llamados a responder por sus actos", dijo Annan en un comunicado. En una conferencia de prensa, el jefe de la ONU dijo que Australia, Nueva Zelanda, Filipinas y Malasia se ofrecieron para formar parte de una fuerza internacional a fin de imponer el orden y la seguridad en Timor Oriental, una ex colonia portuguesa que Indonesia invadió y se anexó en 1975-76. "Insto al gobierno indonesia a aceptar su oferta de ayuda sin más demora", señaló Annan. "Si se niega a hacer eso, no puede escapar a la responsabilidad por lo que podría constituir, de acuerdo con las versiones que nos llegan, crímenes contra la humanidad", agregó. Refiriéndose al referendo organizado recientemente por la ONU en el que la abrumadora mayoría de los timoreses orientales votó a favor de la independencia, Annan dijo que "la comunidad internacional tiene la responsabilidad de asegurar que sus deseos sean respetados y de no permitir que la violencia dicte el resultado". Por su parte, tanto el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, como el Papa Juan Pablo II demandaron enérgicamente que se ponga fin a la violencia, que continuó pese a una ley marcial declarada el lunes. Según expertos, miles de personas habrían muerto en los últimos días a causa de la violencia atribuida a militares indonesios y a pandillas de milicianos partidarios de Yakarta. El portavoz de la ONU, Brian Kelly, dijo que las milicias pro Yakarta, presuntamente armadas por los militares indonesios, aumentaron su presión sobre el complejo de las Naciones Unidas en Dili al anochecer del viernes. Hubo un aumento "en las tácticas intimidatorias y un nuevo ejemplo de la porosidad de la valla de seguridad que nos ofrecieron los militares" indonesios, señaló Kelly. Seis vuelos de aviones Hércules C130 de la Fuerza Aérea Real Australiana transportaron a 344 empleados timoreses de la ONU y sus familiares, además de otras 135 personas, entre ellas miembros del personal de la ONU y observadores portugueses. Alrededor de 50 miembros del personal internacional de la ONU permanecerán en el complejo de Dili. Clinton, quien se encontraba de camino a una cumbre de países de Asia y el Pacífico en Nueva Zelanda, dijo el jueves que "nadie querrá continuar invirtiendo (en Indonesia) si ellos siguen permitiendo que continúe esta farsa". El mandatario advirtió que la inestabilidad en Indonesia, el cuarto país más poblado del mundo, podría "sumergir a sus vecinos en un mar de desorden". Clinton también ratificó la suspensión de los lazos militares con Indonesia.
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