CUARTILLAS
Anotaciones
Milciades A. Ortiz Jr.
Colaborador
Para muchos
fue un triste papel el de la Honorable Balbina al tratar de conquistar
a la H.L. de Lay, y lograr que el PRD dominara la Asamblea. Otros
piensan que doña Balbina simplemente cumplía un
papel político, que ante una situación de crisis
hace lo que sea por seguir en el poder.
Fue lamentable que el ex presidente Pérez Balladares
no asistiera a los actos de transmisión de mando. El y
los otros funcionarios que no entregaron personalmente sus despachos
al sucesor, quedaron mal ante la opinión pública
(y los visitantes extranjeros).
Ya es hora que los políticos sepan que los puestos
públicos no son eternos. Que cada uno debe cumplir su
deber lo mejor posible, y retirarse sin aspavientos ni actitudes
con las que parecen niños malcriados.
La decisión de elegir al H.L. Enrique Garrido en lugar
de otro candidato del arnulfismo fue genial, porque se mataron
"dos pájaros de un tiro". Por un lado, se hizo
justicia a los marginados indígenas panameños y
nadie podía discutirle los méritos de Garrido a
mandar la Asamblea.
Por el otro, se lograba que el nuevo gobierno derrotara al
PRD. Esto fue un golpe muy duro para quienes pensaban que tenían
"neutralizado" al nuevo gobierno. Tantas leyes, decretos,
nombramientos para seguir mandando y todo se le vino abajo al
PRD.
Sin embargo, pienso que seguirán "matracando"
para lograr echar a pique algunos proyectos de ley de la nueva
presidenta. Aunque no es de extrañar que ciertos H.L.
del PRD den la voltereta y se unan al nuevo gobierno. El poder
atrae más que "un imán a un clavo oxidado".
Parece que el gobierno de Pérez Balladares será
recordado por dos cosas buenas: las modernas carreteras y la
labor callada de la ex Primera Dama, quien supo elevar de categoría
a un desprestigiado cargo.
Todos los comentarios que he escuchado sobre la Licda. Dora
de Pérez Balladares han sido positivos, especialmente
por sus esfuerzos contra la droga, y en favor de la niñez
desvalida. Ella podía tener futuro político si
quisiera.
En la calle la gente me pide que diga que hay que acabar con
la corrupción. "Cuidado que algunos nuevos funcionarios
quieran hacerse millonarios con sus cargos", advierten mal
pensados.
Hay que lograr que exista justicia rápida en el país.
En lugar de la Sala Quinta sería bueno crear por lo menos
veinte nuevas fiscalías y juzgados. Así acabaría
la "mora judicial" y que quien la hace... la pague
rápido.
(No olviden enviar a la cárcel a los que se robaron
más de un millón del programa de PARVIS, que supuestamente
beneficiaría con materiales a gente que no tiene casa).
"Hay que advertirle a doña Mireya que no escuche
a los "cabeza calientes" que quieren cambiar las cosas
de un día para otro", me han dicho varias personas.
"Se debe ir poco a poco, para que no la tumben como ocurrió
con su esposo, quien solamente duró once días en
el poder", sostienen viejos arnulfistas.
Lo peor es que la gente espera muchos milagros de doña
Mireya. Problemas como la pobreza, desempleo, falta de viviendas,
mala educación, no pueden arreglarse de la noche a la
mañana. "Poco a poco, ralla la vieja el coco",
me dijo un interiorano que ha visto subir y bajar mandatarios
en su larga vida.
Así, hay que saber cuándo están las condiciones
listas para actuar. La gente quiere que solucionen sus problemas
inmediatos de hambre, desempleo, vivienda. Los otros para después.
Y cuidado con los consejos mal dados, o que pueden provocar problemas
sociales.
Respecto al futuro político presidencial, sería
una genial jugada que Alberto Vallarino lograra apoyo del Arnulfismo
para la presidencia. Por el PRD hay varios posibles candidatos:
Martín, doña Balbina... y el nuevo Alcalde Navarro...
y un favorito del Toro.
Aquí el asunto está bien peleado, y aunque falten
cinco años, hay que "ir pilando" desde ahora.
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