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TEMAS DE ACTUALIDAD
Criterios Mesurados
Fermín Agudo Atencio
Crítica en Línea
Siento que escribir en los medios es un sagrado compromiso, donde hemos realizado un juramento de servidumbre a la verdad, con la cual hemos de mantener eternos esponsales, hasta exhalar el último suspiro. Son conceptos inmanentes, resultado de reflexiones profundas que el cerebro logra recoger en el diario transitar, por los astros luminosos del discernimiento. Expongo aquí algunos criterios con los cuales me identifico plenamente, paso a enunciarlos con todo respeto: La expresión de moda que todo el mundo emplea como ingrediente de cocina, "este país", considero que debe decirse, "nuestro país", el oído lo acoge con elegancia y familiaridad. Este, resulta peyorativo y extravagante; hago constar que no soy especialista en gramática, pero creo prudente formular tal observación. Una persona completamente lega puede incurrir en un rosario de errores al hablar o escribir, pero aquel que ha sido habitante, aunque transitorio de los frescos y atractivo salones del claustro secundario o universitario, no debe ser presa fácil de tales desaciertos. Antes un menor no podía estar después de las nueve de la noche fuera de su casa, ahora son las doce y andan escandalizando a diestro y siniestro. En la escuela el niño indisciplinado le sustrae tiempo a todos aquellos que realmente desean trabajar y a la postre son meses los perdidos. En el pasado el padre de familia le entregaba todas las facultades al maestro para que corrigiera, en lo que estuviera a su alcance, al hijo; hoy el primer día de clases van a la escuela y le dicen al educador que su vástago es intocable, so pretexto de ganarse un gaznatón si osan mirarlo de soslayo. Hay un elemento que se ha escapado furtivamente de ambas manos, tanto del padre de familia como del maestro, es la disciplina. Ellos trabajan diariamente dejando al muchacho, aún pequeño a su propia suerte, luego desautorizan en alguna u otra forma al docente, resultado, libertinaje absoluto. Y así sólo podemos caminar tropezando, caja de Pandora, sorpresas y más sorpresas y al final, sólo esperanzas quedan. No quiero pensar que sea el hundimiento definitivo de toda virtud, tenemos todos que concurrir y rápidamente a ponerle coto a este asunto. La Presidente de la República de Panamá, Licenciada Mireya Moscoso Rodríguez, en su campaña política nos prometió que aquí, íbamos a tener orden, cosa que pedimos a grito en estos momentos. Exigimos vigilancia porque ésta se ha perdido, creemos recibir algún provecho del pago de los impuestos que retribuimos. Si usted necesita la colaboración de un agente del orden público es muy dificil obtenerla, sea esta de día o de noche. Cabe preguntarse: ¿Dónde estarán las rondas policiacas que se desarrollaban antaño de tanta efectividad? De día y de noche eran apreciadas para tranquilidad y satisfacción de todos, hoy marchamos íngrimos por las avenidas, expuestos a que cualquier tunante atente en contra nuestra. Nadie ve orden, es el relajo el que ha invadido todos los rincones de nuestro país y así la vida es una verdadera expiación. Si perdemos el respeto por las autoridades entonces qué se espera, en qué mundo vivimos. Esperamos Don Carlos Barés que usted ponga orden, su brazo ejecutor lo vemos como un símbolo de refugio y seguridad. De lo contrario seguiremos el periplo angustiado con la cruz a cuestas, sendero al abismo inexorable.
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