Panamá: ¿Un país de riesgo?
Antonio Pérez M.
Crítica en Línea
La reducción en las inversiones extranjeras, la persecución política, las protestas callejeras y hasta el peligro de una invasión norteamericana. Esos son los “peligros” a que se expone Panamá, según dirigentes del PRD, partido que hace apenas cinco días dejó el poder y presentaba al país como un paraíso. Los vaticinios negativos nacen en medio de la entrada del nuevo gobierno de la presidenta Mireya Moscoso, quien prometió cambios radicales en la política neoliberal que implementó Ernesto Pérez Balladares. Los cambios deben ser suaves y con mucho cuidado, sostienen los entendidos, sobre todo este año, cuando Panamá enfrenta el compromiso de asumir el control del Canal Interoceánico y no puede ser minada con protestas callejeras. Mitchell Doens, exsubsecretario general del PRD y exministro de Trabajo, piensa que este gobierno no tiene metas ni objetivos, y por el afán de hacer cambios para contradecir las medidas realizadas por Pérez Balladares pondrá en peligro las inversiones extranjeras. Según Doens, la simple propuesta de cambios anunciada por la nueva presidenta en su toma de posesión ha paralizado algunos sectores de la economía, porque están a la espera de saber cuáles serán los resultados de esos ajustes. Ahora los empresarios buscan invertir en otras partes del mundo, y es que “los arnulfistas están haciendo gala de lo que siempre los ha caracterizado: la incertidumbre y la improvisación”. Sin embargo, Gabriel Castillo, dirigente de la CONUSI, una de las organizaciones de trabajadores más grande de Panamá, piensa que este gobierno debe hacer los cambios prometidos en campaña o de lo contrario los obreros estarán en las calles. Castillo considera que la crisis y el caos de que tanto habla Mitchell Doens se darán si el gobierno arnulfista mantiene las políticas económicas implementadas por Pérez Balladares. Mitchell Doens es de los que dice que este gobierno no tiene la capacidad para hacer los cambios que prometieron en campaña, sin embargo, Castillo considera que no hay que ser un master en economía para implementar cambios a favor del pueblo. La “clave del éxito es la concertación por medio de la consulta”, agregó. cura del mal que le espera a los panameños son los 35 legisladores de oposición, quienes deben impedir a toda costa que se implementen estos cambios, para evitar que el país vaya barranco abajo. Pero Doens también teme otras cosas. Alega que hay una intención de los arnulfistas de emprender una persecución como lo hizo en 1990 el gobierno de Guillermo Endara. En esa línea incluyó la derogación de la Sala Quinta y la intención de crear una Asamblea Constituyente, lo que a su vez pone en peligro la institucionalidad del Estado. “Las Constituyentes se han caracterizado como las grandes revoluciones de papel, que no resuelven nada”, opinó. “Nosotros no somos mancos. Los legisladores del PRD se caracterizan por tener garras y no van a descansar hasta lograr el control en la Asamblea, porque la alianza oficialista está pegada con chicle” y en el momento menos pensado se desvanecerá, vaticinó Doens. Sin embargo, Miguel Antonio Bernal, uno de los propulsores de la Constituyente y asesor presidencial, piensa que quienes temen a la Constituyente saben que la misma va a adecentar el país y a castigar a los que cometieron actos de corrupción en el anterior gobierno. Bernal está seguro que la Constituyente es un clamor del pueblo. “Usted nada más tiene que salir a las calles y se da cuenta de lo tanto que el pueblo la desea”, manifestó. El jurista todavía tiene sus aprensiones sobre la labor de la Asamblea Legislativa a favor del gobierno de Mireya Moscoso, por eso resalta la necesidad de convocar a un referendo para que el pueblo se pronuncie sobre la Constituyente. Para Doens, la Constituyente es el sinónimo de la ingobernabilidad y la confrontación, lo que pone en peligro el Canal, lo que puede producir que los usuarios de la vía, tomen la posición de buscar soluciones desde afuera para poner orden. Miguel Antonio Bernal piensa que las declaraciones de Doens le confirman que el PRD elabora una operación para desestabilizar el país y provocar la intervención norteamericana. Todas estas acusaciones, defensas y temores se suman a la responsabilidad del nuevo gobierno de mantener la seguridad en las calles, sin descuidar las amenazas de irregulares armados en la zona fronteriza del Darién. Pero para hacer esta labor se necesita más presupuesto. La Policía Nacional ya reclama más fondos para hacerle frente a estos retos. Pero también debe haber mayor presupuesto en las áreas sociales como Educación y Salud. Estos dos sectores -según diagnosticó la presidenta Moscoso- están en caos. Son estos y otros más los retos que deberá enfrentar Mireya Moscoso en sus cinco años de gobierno para lograr que en Panamá haya seguridad, pública y jurídica, así evitará que el país sea considerado como una nación de riesgo.
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